La manzanilla es una de las hierbas medicinales más antiguas de la historia, tiene su origen en Europa y Egipto, y es conocida en gran parte del mundo por su uso como infusión. Sus numerosos beneficios la han convertido en uno de los remedios naturales más populares y recurridos del mundo. La manzanilla pertenece a la misma familia que las margaritas y su característico aroma, parecido a la manzana, es lo que le da el nombre. Esta hierba medicinal posee un gran número de propiedades digestivas, calmantes y antiinflamatorias. A continuación detallamos en mayor profundidad los tres grandes poderes que tiene la manzanilla.
Mejora la digestión
La infusión de la manzanilla contribuye a que la digestión sea más ligera de lo habitual. En situaciones en las que sentimos que no hemos digerido bien una comida y tenemos malestar, dejarnos ayudar por las propiedades de la manzanilla siempre es una buena idea. Su capacidad para relajar a nuestro cuerpo ayuda al aparato digestivo, fomentando los movimientos que el estómago y del intestino necesitan realizar de forma coordinada para promover una buena digestión.
Calma y alivia el estrés
Otra de las propiedades de la manzanilla es su acción calmante. La infusión puede ayudarnos a calmar nuestros ánimos en situaciones en las que estamos un poco alterados y también a conciliar el sueño cuando nos vamos a dormir. Esta hierba medicinal también calma el aparato nervioso. Sus efectos sedantes nos permiten que en situaciones de mucho estrés nos calmemos y afrontemos mejor las situaciones a las que nos tenemos que enfrentar.
Reduce los dolores menstruales
La manzanilla cuenta con un efecto antiinflamatorio y analgésico que ayuda a controlar los dolores producidos por la aparición de la menstruación y los hace más llevaderos. A partir de la tercera semana del ciclo menstrual se puede tomar una infusión de manzanilla para reducir los síntomas premenstruales y menstruales, y así aliviar el dolor.