El marisco suele ser un plato típico para cuando nos reunimos en ocasiones especiales, ya sean fiestas navideñas o alguna celebración. El problema es que muchas veces dejamos de comerlos o tardamos mucho tiempo en pelar las gambas, ya que hay personas a las que no les gusta ensuciarse las manos. Por ese motivo, te vamos a enseñar a como pelar de forma sencilla y rápida tanto gambas como langostinos.
No solo existe un truco para pelar el marisco ni se cocinan de la misma forma, ya que se come alrededor de todo el mundo y probablemente cada cuál lo haga a su forma. En cuanto a las gambas se pueden pelar antes o después de ser cocinadas, tanto crudas como cocidas. El método no varia en función de su cocción, aunque el intestino saldrá más fácilmente si el animal está todavía fresco y sin cocer. La calidad del producto también será un pro o un contra de la facilidad con la que pelemos el marisco, ya que a mayor calidad y frescura más sencillo es.
El primer paso es retirar la cabeza de la gamba, se puede hacer mediante un tenedor y cuchillo o una tijeras, siguiendo con el cuerpo que vamos a clavar una punta del tenedor en la parte superior, de modo que quede clavado entre la carne y la piel de la gamba. Luego estiraremos con el tenedor con fuerza hasta la cola y comprobaremos que se retira con facilidad toda la piel. En caso de que se dificulte el proceso antes de retirar la piel podemos optar por cortar las patas con el cuchillo también y ya luego retirar la cáscara.
Una vez que tenemos el cuerpo limpio, procedemos a sacar el intestino si se encuentra presente. Normalmente sobresale por la cabeza de la gamba y basta con estirar un poco, pero un truco más eficaz es coger un palillo o un bastoncillo y limpiarlo. En crudo suele ser más fácil gracias a que se mantiene elástica y no es pegajosa.