Durante los meses de verano, es común que las personas, especialmente los niños, sufran accidentes menores como la entrada de arena en los ojos mientras disfrutan de la playa. Este problema, aunque usualmente no es grave, puede resultar muy molesto y, si no se maneja correctamente, puede provocar daños en la superficie ocular. Aquí te explicamos qué hacer si te encuentras en esta situación.
Riesgos y síntomas
La arena, al entrar en contacto con la superficie ocular, puede causar una serie de síntomas como irritación, enrojecimiento, lagrimeo y sensación de tener "piedrecillas" en el ojo. Estos síntomas son indicativos de que la arena está causando una abrasión en la córnea, la capa transparente del ojo que ayuda a enfocar la luz. La arena también puede llevar microbios, aumentando el riesgo de infecciones.
Pasos para quitar la arena de los ojos
- No frotar el ojo: Frotar el ojo puede empeorar la situación, causando más abrasiones en la córnea y aumentando el riesgo de infección.
- Lavar las manos: Antes de tocar los ojos, asegúrate de tener las manos limpias para evitar introducir más bacterias.
- Examinar el ojo bajo buena luz: Intenta identificar la localización de los granos de arena. Pide a la persona afectada que mire en todas direcciones (arriba, abajo, izquierda y derecha) para visualizar mejor la arena.
- Uso de suero fisiológico o agua limpia: La mejor manera de eliminar la arena es lavar el ojo con suero fisiológico. Si no tienes suero a mano, utiliza agua limpia. Inclina la cabeza y vierte el líquido desde el borde interno del ojo (cerca del lagrimal) hacia el borde externo. Este proceso ayuda a arrastrar las partículas hacia fuera del ojo.
- Parpadear varias veces: Esto puede ayudar a que las lágrimas naturales expulsen las partículas restantes de arena.
Medidas preventivas y adicionales
Si la irritación y los síntomas persisten después de haber lavado el ojo, es importante consultar a un oftalmólogo para descartar cualquier daño mayor o infección. Además, para prevenir este tipo de incidentes en el futuro, considera usar gafas protectoras mientras estés en la playa, y lleva siempre contigo una pequeña botella de suero fisiológico en tu botiquín de primeros auxilios.
Actuar rápidamente y de la manera correcta puede marcar la diferencia entre un simple susto y una complicación ocular más seria. Mantén la calma, sigue los pasos mencionados y busca ayuda médica si es necesario.