En el mundo de la gastronomía y la nutrición, pequeños cambios pueden tener un gran impacto en los sabores de nuestra alimentación diaria. Un notable ejemplo es el tomate, una fruta versátil que forma parte esencial de numerosas recetas en España y alrededor del mundo.
El poder de la ósmosis en la cocina
Quizá hayas escuchado sobre la ósmosis en alguna clase de ciencias, pero rara vez asociamos este fenómeno con la cocina. Sin embargo, según el chef y tiktoker que se presenta en las redes bajo el nombre de La Cocina de Santiaguini, aprovechar la ósmosis al preparar tomates puede marcar una gran diferencia. Al aplicar sal sobre la superficie de los tomates, ocurre un movimiento de agua desde el interior hacia el exterior para disolver la concentración de sal. Este proceso no solo intensifica el sabor sino que también mejora la textura.
Para aplicar este truco, se necesita aplicar una capa uniforme de sal sobre los tomates y permitir que actúe durante unos minutos. Esto permite que la sal absorba parte del agua contenida en los tomates, concentrando tanto su sabor natural como los azúcares presentes. El resultado final es un tomate con un sabor más pronunciado y una textura que equilibra suavidad con firmeza.
Métodos adicionales
Otro consejo útil es escaldar los tomates antes de pelarlos. Este proceso simplifica mucho la tarea de quitarles la piel y, al mismo tiempo, ayuda a realzar su sabor puesto que se eliminan ciertas capas que pueden disminuir la concentración de sus sabores internos.
Una técnica alternativa que también puedes usar es marinar los tomates con una mezcla de sal y otros condimentos como el ajo o las hierbas frescas. Al marinarlos por varios minutos, incluso algunas horas, lograrás no solo intensificar los sabores naturales sino añadir nuevas notas aromáticas y gustativas.
Jajaja,nunca se me hubiera ocurrido echarle sal a un tomate,no sé qué es peor si el iluminado este o el que publica estas noticias