La relación entre el momento del día en que se realiza ejercicio y sus efectos en la salud es un tema que ha cobrado gran relevancia. Según expertos, el horario para ejercitarse puede ser una pieza clave para gestionar mejor ciertas patologías metabólicas como la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2, así como para optimizar la quema de grasa y favorecer la pérdida de peso.
Francisco Rosero, endocrino con amplia experiencia, ha subrayado que quienes presentan resistencia a la insulina podrían beneficiarse mucho de practicar deporte justo tras las comidas. En contraste, para aquellos cuyo objetivo primordial es el control del peso y la reducción de grasa acumulada, especialmente la abdominal, el momento sugerido es el ejercicio en ayunas por la mañana, antes del desayuno.
Este enfoque diferencial toma en cuenta cómo varían las respuestas metabólicas y hormonales del organismo según la hora y las circunstancias del entrenamiento, abrevidando así las estrategias para mejorar la salud y el rendimiento.
El ejercicio y la resistencia a la insulina
En España, más de seis millones de personas sufren de diabetes tipo 2 o presentan signos de resistencia a la insulina, una condición en la que el cuerpo no responde eficazmente a la insulina producida. Esto conlleva un riesgo elevado de complicaciones cardiovasculares y otros trastornos.
Los estudios recientes indican que entrenar en la ventana posterior a comer ayuda a mejorar notablemente la sensibilidad a la insulina, evitando así picos excesivos de glucosa en sangre que suelen ocurrir tras las ingestas. Este momento es especialmente recomendable para personas con problemas metabólicos, ya que el ejercicio modula diversas vías de señalización implicadas en la utilización de glucosa.
Además, hacer actividad física después de las comidas contribuye a disminuir la inflamación sistémica, un factor que agrava complicaciones metabólicas y predispone a enfermedades crónicas. Por ende, este hábito es una práctica preventiva fundamental para mantener el equilibrio hormonal.
Sin embargo, el experto advierte que practicar ejercicio físico intenso a primera hora de la mañana puede ocasionar un incremento temporal de glucosa en sangre. Aunque pueda parecer contradictorio, este aumento se debe a la secreción de hormonas contrarreguladoras que liberan glucosa desde el hígado durante el esfuerzo.
Ejercicio en ayunas para quemar grasa
Mientras que para pacientes con resistencia a la insulina la recomendación es clara, las personas que desean adelgazar, y especialmente reducir el tejido adiposo abdominal, pueden beneficiarse significativamente de entrenar antes de ingerir alimentos al inicio del día.
El entrenamiento en ayunas potencia la oxidación de grasas durante la sesión de ejercicio y también en las horas posteriores. Este mecanismo fisiológico facilita que el organismo utilice las reservas lipídicas como fuente principal de energía, lo que se traduce en una pérdida de grasa más eficiente.
Según Rosado, esta estrategia muestra mejores resultados, en particular en mujeres con sobrepeso o con mayor acumulación de grasa abdominal, un factor crucial en el riesgo cardiovascular.
Además, el ejercicio previo al desayuno suele mejorar marcadores metabólicos como la presión arterial, contribuyendo a un mejor estado general del sistema cardiovascular.