España implementa una reforma histórica en materia de permisos parentales que permitirá a padres y madres una mayor libertad para organizar su tiempo de crianza. Las nuevas normas, que se aprobaron recientemente en el Consejo de Ministros y entraron en vigor oficialmente el 2 de agosto de 2025, introducen una flexibilidad sin precedentes, con permisos que podrán disfrutarse hasta que el menor cumpla ocho años.
Los progenitores podrán distribuir estas semanas de forma completamente libre, acumulando días a lo largo de varios años y adaptándolos a sus necesidades familiares y laborales, una ventaja que busca equilibrar la conciliación durante la infancia de los niños y niñas. Este cambio supone en España una evolución notable respecto a sistemas anteriores más rígidos y menos adaptables.
Estas modificaciones legales también permiten reconocer y reforzar los derechos de las familias monoparentales, un colectivo mayoritario en el país, principalmente liderado por mujeres, que ahora contarán con hasta 32 semanas de permiso retribuido exclusivo para ellas, duplicando la protección anterior.
Así son los nuevos permisos parentales
Según ha detallado recientemente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en redes sociales, estos permisos complementan las ocho semanas sin retribución que ya contemplaba el artículo 48 de la legislación laboral española. A esas ocho semanas no remuneradas, se le suman ahora tres semanas adicionales retribuidas al 100% de la base reguladora, de las cuales la Seguridad Social asumirá la totalidad del coste, sin coste alguno para las empresas.
Esto supone una mejora destacada frente a la directiva europea, que únicamente obliga a cubrir el 60% de la base reguladora. La decisión española de cubrirlo íntegramente refleja un compromiso firme para impulsar la natalidad y el cuidado infantil mediante un sistema más equitativo y sostenible.
Además, se mantienen los permisos de lactancia previos, fortaleciendo así un paquete completo de derechos laborales y sociales para las familias. La flexibilidad para distribuir estos permisos hasta que los menores cumplan ocho años abre un amplio abanico de posibilidades para adaptar el cuidado a situaciones personales diversas.
Repercusiones sociales
La reforma busca afrontar desafíos demográficos y sociales relacionados con la baja tasa de natalidad en España, que en los últimos años se ha mantenido por debajo de la media europea. Expertos señalan que este tipo de políticas públicas fomentan la conciliación y la corresponsabilidad, ayudando a que tanto hombres como mujeres participen activamente en la crianza.
La flexibilidad en la utilización del permiso permite, por ejemplo, que uno de los progenitores tome un periodo inicial, y otro lo reserve para etapas posteriores, como cuando el niño tenga cinco o siete años. Esta movilidad temporal impacta positivamente en la calidad del cuidado infantil y en el equilibrio laboral-familiar.
Un aspecto relevante es la apuesta por un modelo inclusivo y equitativo, ya que España no limita el derecho a un solo progenitor ni prioriza exclusivamente a la mujer, como suele ser habitual en otros países. El permiso es por cada hijo o hija y para cada progenitor, lo que supone un avance en igualdad de género y corresponsabilidad.
Como no tengas la desgracia de que la madre muera durante el parto, esta ley sólo favorece a las familias "monoparentales" en la que el projenitor puede traer una nueva vida al mundo. Me resulta curioso como cuidan a las madres y apoyan el asesinato de los aspirantes a niño "no nato".