El 16 de julio un hombre murió en la piscina municipal del Germans Escalas de Palma por causas que la Policía Nacional todavía está investigando, aunque según los primeros datos de la autopsia, la víctima sufrió una indisposición letal en el agua. El trágico suceso conmocionó a varios usuarios, que expresaron su preocupación y recordaron el sistema de seguridad antiahogamiento, establecido como piloto a través de un contrato menor en 2023 y que estuvo instalado allí durante casi dos años. Cort asegura que los técnicos explicaron que se desinstaló este sistema, llamado Nagi, porque «daba errores».
Su uso era voluntario y los socorristas, a través de un reloj, recibían una vibración cuando un nadador pasaba más de 25 segundos bajo el agua. El funcionamiento del sistema se basa en un pequeño chip que se coloca en las gafas o gorros de los bañistas. Mediante sensores estratégicamente ubicados alrededor de la piscina, la tecnología monitoriza constantemente a los usuarios, activando alertas tanto visuales como sonoras cuando detecta comportamientos anómalos, como permanecer bajo el agua sin movimiento durante un período prolongado.
La implementación del sistema requiere la instalación de localizadores que rodean todo el perímetro de la piscina, creando una red de vigilancia invisible pero constante. Los usuarios reciben pequeños emisores con tecnología Bluetooth que se integran discretamente en su equipamiento de natación. La verdadera innovación reside en su capacidad para monitorizar patrones de movimiento y detectar anomalías que podrían indicar una emergencia. El umbral de la alerta dependerá del riesgo del grupo de población: se puede detectar la sumersión del cuerpo desde el primer segundo y se activará una alerta de carácter visual y auditiva, tanto en el reloj del socorrista como en la tablet.
Los socorristas reciben las notificaciones a través de smartwatches o tablets, permitiéndoles reaccionar con mayor rapidez ante situaciones potencialmente peligrosas. Una de las principales ventajas frente a sistemas similares es su rapidez de respuesta. Esta capacidad de anticipación podría ser crucial para prevenir ahogamientos, especialmente en piscinas concurridas donde la vigilancia humana puede enfrentar limitaciones. El sistema ofrece funcionalidades adicionales que lo hacen atractivo para los usuarios. Esta dualidad entre seguridad y experiencia de usuario podría favorecer su aceptación entre los bañistas.
El sistema no solo detecta hundimientos completos, sino cualquier interrupción anómala en el patrón de movimiento del nadador, lo que amplía su espectro de protección a diferentes situaciones de emergencia. Esta versatilidad resulta especialmente valiosa en piscinas públicas, donde conviven usuarios con distintos niveles de habilidad acuática y condiciones físicas. Los ahogamientos continúan siendo una preocupación prioritaria durante la temporada estival en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, cada año se registran cientos de fallecimientos por inmersión accidental en nuestro país, muchos de ellos en piscinas públicas y privadas. La implementación de tecnologías como Nagi podría contribuir significativamente a reducir estas cifras.
Varios municipios españoles ya han mostrado interés en adoptar este sistema, conscientes de la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en sus instalaciones acuáticas. La tendencia hacia la digitalización de los servicios públicos, combinada con una creciente concienciación sobre la importancia de la prevención de accidentes, crea un contexto favorable para la expansión de estas soluciones. La combinación de supervisión humana cualificada y soluciones tecnológicas parece ser el enfoque preferido por los expertos en seguridad acuática. Si bien ningún dispositivo puede sustituir completamente la vigilancia de socorristas profesionales, herramientas como Nagi pueden complementar y potenciar significativamente la capacidad de respuesta ante emergencias, especialmente en instalaciones de gran afluencia donde mantener una supervisión constante de todos los bañistas resulta especialmente desafiante.