La Guardia Civil ha publicado un importante vídeo informativo en sus redes sociales donde detalla el protocolo de actuación para víctimas de agresiones sexuales. Esta publicación busca concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de preservar pruebas y seguir los pasos adecuados tras sufrir este tipo de delitos. En el material audiovisual, dos agentes explican con claridad las pautas fundamentales que deben seguirse para garantizar tanto la atención a la víctima como la correcta investigación del caso. «Si has sido víctima de una agresión sexual tienes que saber que todo puede ser una prueba. Por eso es importante que no te cambies de ropa ni te laves. Acude a tu servicios de urgencias más cercano y llámanos al 062, una patrulla acudirá donde estés. Las agresiones sexuales no son un secreto, son un delito. Estamos para ayudarte», explican las agentes en el vídeo difundido a través de los canales oficiales del cuerpo de seguridad.
Este mensaje directo pretende eliminar dudas sobre cómo proceder en momentos de gran vulnerabilidad y confusión, facilitando que las víctimas actúen de forma que se preserven las evidencias necesarias para la investigación posterior. La campaña se enmarca dentro de los esfuerzos continuados de la Guardia Civil por mejorar la atención a víctimas de violencia sexual y forma parte de las medidas preventivas y de concienciación que las fuerzas de seguridad están implementando en España durante los últimos años. El protocolo busca no solo ayudar a las víctimas en el momento de la agresión, sino también facilitar la posterior persecución judicial de estos delitos mediante la correcta preservación de pruebas desde el primer momento.
El procedimiento difundido por la Guardia Civil establece un protocolo claro y conciso que cualquier persona que haya sufrido una agresión sexual debería seguir. En primer lugar, es fundamental no eliminar posibles pruebas biológicas que puedan existir en el cuerpo o la ropa de la víctima. Esto implica no ducharse, no lavarse, no cambiarse de ropa ni limpiar las zonas afectadas, por mucho que exista un impulso natural de hacerlo. Estas evidencias pueden ser cruciales para identificar al agresor mediante análisis forenses.
El segundo paso recomendado es acudir al servicio de urgencias más cercano, donde personal sanitario especializado realizará una exploración física siguiendo protocolos específicos para casos de agresión sexual. Esta exploración no solo tiene como objetivo atender las posibles lesiones físicas, sino también recoger muestras biológicas de manera adecuada para su posterior análisis. Los hospitales cuentan con kits especiales para la recogida de evidencias en estos casos y profesionales formados para su correcta utilización.
Paralelamente, la víctima o alguna persona de su entorno debe contactar con la Guardia Civil a través del número de emergencias 062. Los agentes desplazarán una patrulla al lugar donde se encuentre la persona afectada, ya sea su domicilio, el centro sanitario o cualquier otro punto. La rapidez en la intervención policial es esencial para iniciar las investigaciones cuanto antes y aumentar las posibilidades de esclarecimiento del delito. Además del teléfono 062 de la Guardia Civil, existe el 016, un servicio especializado en información y asesoramiento jurídico en materia de violencia de género que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. Este servicio ofrece atención en 53 idiomas diferentes y no deja rastro en la factura telefónica, garantizando así la privacidad de las víctimas.
En 2025, el territorio nacional cuenta ya con más de 50 centros de crisis 24 horas para atención a víctimas de violencia sexual, distribuidos por todas las comunidades autónomas. Estos centros, impulsados por la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, ofrecen atención psicológica, jurídica y social especializada sin necesidad de interponer denuncia previa. La red se complementa con oficinas de asistencia a víctimas en los juzgados y unidades especializadas tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional.
Las organizaciones especializadas en atención a víctimas recuerdan la importancia de buscar apoyo psicológico tras sufrir una agresión sexual, independientemente de que se decida denunciar o no. Los efectos traumáticos de estas experiencias pueden manifestarse de diversas formas y el acompañamiento profesional resulta fundamental para el proceso de recuperación. Cuando una víctima denuncia una agresión sexual, la Guardia Civil pone en marcha un protocolo especializado que incluye la activación de sus unidades de Policía Judicial y, en particular, de los Equipos Mujer-Menor (EMUME) cuando la víctima es una mujer o un menor de edad. Estos equipos están específicamente formados para abordar estos delitos con la sensibilidad y profesionalidad que requieren.
El proceso comienza con la toma de declaración en un entorno adecuado que garantice la privacidad y comodidad de la víctima. Los agentes especializados recogen toda la información relevante sobre los hechos y activan los mecanismos de protección necesarios. Posteriormente, se inicia una minuciosa investigación que puede incluir el análisis de las pruebas biológicas recogidas, la toma de declaración a posibles testigos, la revisión de cámaras de seguridad o cualquier otra diligencia necesaria para el esclarecimiento de los hechos.
No creo que estas 4 deban preocuparse de ello...vaya 4 acuarelas