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Verano en Mallorca

Ni hielo ni papel de plata: olvídate de los filetes empanados blandos y aguados en la playa con este truco

Se trata de uno de los alimentos estrella en España que las familias suelen hacer para disfrutar de un día de sol y agua

El truco reside en el empanado y el secado del aceite | Foto: Freepik

| Palma |

Los filetes empanados para la playa son un clásico del verano que no falta en ningún táper familiar. Acompañados de croquetas, tomate fresco y tortilla de patatas, forman el menú imprescindible que muchos disfrutan bajo la sombrilla. Sin embargo, un inconveniente frecuente arruina esta experiencia: los filetes, crujientes y dorados recién hechos, llegan blandos y poco apetecibles tras horas de espera.

Este problema tiene solución y no es complicada. El truco reside en dos sencillos pasos que combinan el doble empanado y el reposo sobre una rejilla donde el filete se enfríe sin perder su textura.

El método es un secreto que muchas madres españolas han transmitido a lo largo de generaciones, y que ahora cobra relevancia en nuestra cultura gastronómica como el remedio infalible para disfrutar un filete empanado crujiente y jugoso incluso después de horas en la nevera o en la arena.

El doble empanado para preservar textura y sabor

El empanado tradicional consiste en pasar la carne por harina, huevo y pan rallado, pero para conseguir una protección óptima que permita mantener el filete intacto, se necesita aplicar el empanado dos veces. Primero se cubre el filete con harina, la cual seca su superficie y favorece que el rebozado se adhiera mejor. Luego se pasa por huevo batido y pan rallado para formar la primera capa.

Después, se repite el proceso con huevo y otra capa de pan rallado, creando una barrera doble que funciona como un escudo protector. Esta doble cobertura evita que los jugos interiores del filete humedezcan la capa exterior y pierdan el crujiente.

Este doble empanado es fundamental para mantener el interior jugoso y el exterior crocante, incluso tras varias horas almacenados. El equilibrio entre las capas de rebozado y la carne permite una textura ideal cuando se llevan a la playa o se guardan para un día de trabajo o una cena.

Reposo en rejilla: el paso esencial tras la fritura

Tras freír los filetes, un error común es ponerlos sobre papel absorbente o apilarlos uno encima de otro. Este gesto, aunque habitual, provoca que el vapor generado condense y ablande la base crujiente del empanado.

Para evitar esto, la clave es dejarlos enfriar sobre una rejilla metálica, como las que se usan para hornear, con espacio entre cada filete para que el aire circule libremente por arriba y por abajo.

De esta forma, la humedad se evapora más rápido y se conserva la textura crujiente que caracteriza a un buen empanado. Esta técnica, además, ayuda a que el enfriamiento sea uniforme antes de guardar los filetes en el táper y meterlos en la nevera.

Ingredientes y detalles para el empanado exitoso

El trabajo previo también es crucial: elegir una carne tierna y de grosor uniforme permite que la cocción sea homogénea y no queden zonas poco hechas o secas. A ello se suma el tipo de pan rallado, que debe ser preferiblemente grueso o tipo panko para conseguir una capa más aireada y crujiente.

En la sartén, el aceite debe estar bien caliente, aunque sin llegar a humear, para sellar rápidamente el rebozado y evitar que absorba exceso de grasa. Esto contribuye a una textura más ligera y duradera.

Una recomendación importante antes de guardar los filetes es esperar a que estén completamente fríos a temperatura ambiente y separar las piezas en el táper con papel vegetal. El papel de cocina, aunque útil para absorber grasa, no es adecuado para conservar el empanado.

1 comentario

Siu Siu | Hace 4 meses

Truco : "Porta't el fogó, la pella, i s'oli i ho fas allà mateix a sa platja" , no? com ja fa molt de gentussa" , que es pensen que zona pública natural és casa seva, així per la cara. (I els munipes siulant al cel, els INÚTILS VAGARROS)

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