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Verano en Mallorca

Lucía Lipperheide, experta en limpieza: «No tires tus bikinis, haz esto y te durará todo el verano»

La creadora de contenido aporta una serie de consejos para que tus prendas de baño se vean como el primer día a pesar del paso del tiempo

Dos momentos del vídeo compartido en redes sociales | Foto: Instagram

| Palma |

La experta en limpieza Lucía Lipperheide ha compartido una serie de consejos prácticos para conservar los bikinis en perfecto estado durante toda la temporada estival. Sus recomendaciones, basadas en técnicas sencillas y productos accesibles, prometen revitalizar prendas de baño que parecían destinadas a terminar en el cubo de la basura, ahorrando así a los consumidores la necesidad de renovar su vestuario de playa cada verano. «No tires tus bikinis, haz esto y te durará todo el verano», afirma categóricamente Lipperheide, quien asegura que incluso las prendas más deterioradas pueden recuperarse con los métodos adecuados.

Entre sus principales recomendaciones destaca la restauración de las almohadillas mediante calor, un truco que, según la especialista, «cambia totalmente el bikini» y permite devolverle su forma original sin necesidad de sustituirlas. El mantenimiento adecuado de estas prendas no solo representa un ahorro económico considerable, sino también una apuesta por la sostenibilidad en un sector donde el consumo rápido y el descarte prematuro de textiles constituyen un problema creciente para el medio ambiente. Los expertos estiman que la vida útil media de un bikini puede duplicarse con las técnicas de mantenimiento apropiadas.

Uno de los problemas más frecuentes que acortan la vida útil de los bikinis es la deformación de las almohadillas interiores. Lipperheide ofrece una solución sorprendentemente sencilla: «Las almohadillas se pueden recuperar, aplicándoles durante dos minutos calor con el secador de pelo porque reestructura la espuma y le devuelve su forma». Este método aprovecha las propiedades térmicas de los materiales para restaurar su estructura original sin dañar el tejido. Según explica la experta, el calor moderado del secador activa la memoria de forma de la espuma, permitiendo que recupere su volumen y consistencia iniciales. Es importante aplicar el calor de manera uniforme y a una distancia prudencial para evitar sobrecalentamientos que pudieran dañar permanentemente el material.

La arena es otro de los elementos más perjudiciales para los tejidos de baño. Contrariamente a la práctica habitual de sacudir las prendas, Lipperheide recomienda un método alternativo: «¿Sigues sacudiendo el bikini para quitarle la arena? No pierdas el tiempo, aplica polvos de talco y cepíllalo. La arena se mete entre las fibras pero el talco la levanta, como si fuera magia». Esta técnica resulta especialmente útil para las prendas de tejidos porosos o con relieve, donde la arena tiende a incrustarse con más facilidad. El talco actúa como un agente absorbente que separa los granos de la tela, facilitando su eliminación mediante un simple cepillado. Los fabricantes de trajes de baño de alta gama confirman que este método preserva mejor la elasticidad del tejido que el tradicional sacudido.

El cloro de las piscinas representa una de las principales amenazas para la durabilidad de los bikinis. «Después de la piscina, deja el bañador en agua fría para eliminar el cloro. Si no lo haces el cloro se comerá las fibras», advierte la especialista. Este sencillo paso de enjuague inmediato neutraliza la acción corrosiva del cloro sobre las fibras textiles, prolongando significativamente la vida útil de la prenda. Para aquellos casos en que los olores a cloro o a protector solar (comúnmente denominado como "olor a pesto") persisten incluso después del lavado convencional, Lipperheide propone una solución casera efectiva: «¿Tiene olor a pesto o a cloro? Déjalo media hora en agua caliente, bicarbonato y limón, porque ese olor son restos que no se han eliminado».

La combinación de bicarbonato y limón actúa como un potente desodorizante natural que neutraliza los compuestos químicos responsables del mal olor sin deteriorar los tejidos. «El bicarbonato y el limón neutralizan olores mientras que el vinagre los combate. Muchas veces no basta con lavar, hay que desodorizar», explica la experta. La pérdida de intensidad en los colores es otro de los problemas habituales que afectan a los bikinis tras varias exposiciones al sol, cloro o agua salada. Para contrarrestar este efecto, Lipperheide recomienda: «Si tu bikini ha perdido color, no está todo perdido. Prueba a dejarlo en agua, vinagre y sal, porque mejora muchísimo. No recupera el color pero sí lo reaviva».

El vinagre actúa como fijador natural de pigmentos, mientras que la sal potencia su acción limpiadora, eliminando residuos que opacifican los colores. Esta combinación consigue revitalizar tonos que parecían irremediablemente apagados, especialmente en prendas de colores intensos como rojos, azules o negros. Respecto al secado, la experta desaconseja firmemente retorcer las prendas: «Nunca escurras un bañador, porque retorcerlo estropea las gomas: presiona, no retuerzas».

Esta práctica incorrecta es responsable de que muchos bikinis pierdan su elasticidad prematuramente, provocando que las gomas se deformen o incluso se rompan.Como recomendación final, Lipperheide enfatiza la importancia de un almacenamiento adecuado: «Recuerda no guardarlos húmedos y no secarlos al sol». La humedad residual puede provocar la aparición de moho o malos olores, mientras que la exposición directa al sol decolora rápidamente los tejidos y deteriora las fibras elásticas.

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