En el mundo de las plantas con significado espiritual, la planta de jade (Crassula ovata) se ha ganado un lugar privilegiado. Con sus hojas carnosas de un verde intenso, no solo es una suculenta fácil de cuidar, sino también un símbolo milenario de riqueza, prosperidad y crecimiento en tradiciones como el Feng Shui.
Esta planta, también conocida como «árbol del dinero», se considera un imán natural para atraer buena suerte, siempre que se coloque en el sitio adecuado. Los expertos en Feng Shui recomiendan ubicarla en la zona sureste del hogar o del negocio, asociada con la riqueza y la abundancia. También se puede colocar junto a la entrada principal, simbolizando que la fortuna entra en casa con cada visita.
Pero más allá de su poder simbólico, el jade requiere de ciertos cuidados para que prospere y, con ello, mantenga su energía positiva. Necesita luz natural abundante, poco riego (solo cuando la tierra esté completamente seca) y un buen drenaje para evitar el exceso de humedad. Además, es fundamental evitar colocarla en baños o dormitorios, donde la energía puede dispersarse o bloquearse.
Colocarla también en un espacio de trabajo o estudio puede favorecer el crecimiento profesional, atraer nuevas oportunidades o mejorar el enfoque personal. Muchos emprendedores incluso la sitúan cerca de sus escritorios o cajas registradoras como señal de buena fortuna.
Resistente, estética y llena de significado, la planta de jade no solo embellece los espacios, sino que también conecta con una tradición que valora la armonía entre el entorno y nuestras aspiraciones. Un pequeño gesto verde que, según muchos, puede traer grandes cambios.
Su simbolismo no es casual: las hojas redondeadas y carnosas del jade recuerdan a pequeñas monedas, lo que refuerza su asociación con la riqueza. Además, su crecimiento lento pero constante representa estabilidad y desarrollo a largo plazo, dos cualidades muy valoradas en la cultura oriental. Tener una planta de jade sana en casa o en el lugar de trabajo no solo es una apuesta decorativa, sino también una forma de invitar a la energía positiva a permanecer, crecer y multiplicarse en el entorno diario.
... no me extraña encontrar un artículo así en un medio del obispado... que si planta espiritual, que si atrae la buena suerte, que si activar la energía de tal o cual, que si... venga ya, tal para cual... qué bajo caemos...