Una costumbre aparentemente inofensiva podría estar saboteando la armonía energética de tu hogar. Según revelan especialistas en filosofías ancestrales del equilibrio y la energía, colocar el calzado en determinadas zonas de la casa no es simplemente una cuestión de orden o estética, sino que podría tener profundas implicaciones en el flujo de energía positiva que ingresa a nuestros espacios.
La tradición milenaria china del Feng Shui, cada vez más popular en España durante los últimos años, advierte específicamente sobre los riesgos de mantener el calzado en las entradas de nuestras viviendas. Los zapatos, de acuerdo con estos principios, no son meros objetos utilitarios, sino potentes acumuladores de energías negativas que captamos al caminar por diferentes espacios externos.
Esta práctica, común en muchos hogares españoles por razones de practicidad, podría estar funcionando como un auténtico escudo contra las buenas vibraciones, impidiendo que la prosperidad y la fortuna fluyan libremente por nuestros espacios vitales. Los números son reveladores: según un estudio realizado a principios de 2025, el 67,8% de los hogares españoles mantiene esta costumbre sin conocer sus potenciales efectos negativos.
Los fundamentos energéticos detrás de esta advertencia
El chi, concepto fundamental en la filosofía oriental, representa la energía vital que debe circular sin obstáculos para mantener el equilibrio en todos los aspectos de nuestra existencia. Los expertos en Feng Shui explican que los zapatos actúan como verdaderos imanes de energía negativa, no solo por la suciedad física que puedan contener, sino por las vibraciones disruptivas que captan durante nuestros desplazamientos cotidianos.
"No se trata simplemente de una cuestión de limpieza", explica María Fernández, consultora de Feng Shui con más de 15 años de experiencia en España. "Los zapatos absorben toda clase de energías durante nuestros recorridos diarios, desde el estrés laboral hasta las vibraciones de espacios congestionados como el transporte público. Cuando los dejamos en la entrada, creamos una barrera energética que impide la circulación adecuada del chi positivo".
Esta perspectiva encuentra respaldo en diversas tradiciones culturales alrededor del mundo. En Japón, por ejemplo, la práctica de quitarse el calzado antes de ingresar a una vivienda no solo responde a motivos higiénicos, sino también a conceptos energéticos similares. La diferencia radica en que, según el Feng Shui, no basta con quitarse los zapatos; es fundamental almacenarlos correctamente.
Soluciones prácticas para hogares modernos
Los maestros de esta disciplina milenaria no se limitan a señalar el problema, sino que ofrecen alternativas prácticas que respetan tanto los principios energéticos como las necesidades de la vida contemporánea. La recomendación principal consiste en disponer de muebles específicamente diseñados para guardar el calzado, preferiblemente con puertas que mantengan los zapatos fuera de la vista.
"Un zapatero cerrado es la opción ideal", continúa Fernández. "Permite mantener el orden visual, pero sobre todo, contiene esas energías negativas evitando que contaminen el resto del hogar". Según datos recabados por asociaciones de interiorismo en España durante el primer trimestre de 2025, la venta de estos muebles específicos ha experimentado un incremento del 23,4% respecto al mismo período del año anterior.
Para quienes disponen de espacio limitado, los expertos sugieren alternativas como pequeñas cajas de almacenamiento o bancos con compartimentos que cumplen una doble función. Lo esencial es que el calzado no quede expuesto ni obstaculice visualmente la entrada, considerada en el Feng Shui como la "boca" por donde respira energéticamente el hogar.
Impacto en diferentes ámbitos de la vida
De acuerdo con los principios de esta filosofía, el bloqueo energético causado por el calzado mal ubicado puede manifestarse en diversas áreas vitales. Estudios realizados por consultores de Feng Shui en Madrid y Barcelona durante 2024 sugieren correlaciones entre estos bloqueos y dificultades en aspectos como las finanzas, las relaciones interpersonales e incluso la salud.
"Cuando la energía no fluye adecuadamente desde la entrada, se generan estancamientos que pueden reflejarse en forma de obstáculos cotidianos", explica Carlos Méndez, arquitecto especializado en diseño basado en principios de Feng Shui. "Hemos documentado casos de personas que, tras modificar simplemente la ubicación de su calzado, percibieron mejoras significativas en distintos aspectos de su vida diaria".
Los testimonios recopilados hablan de sensaciones de mayor ligereza al entrar en el hogar, mejoras en el descanso nocturno y hasta incrementos en la productividad cuando se trabaja desde casa. Si bien estos efectos podrían atribuirse parcialmente a factores psicológicos, los defensores del Feng Shui sostienen que responden a cambios energéticos reales en el entorno.
La creciente aceptación en occidente
Lo que durante décadas fue considerado una creencia exótica en España, ha ido ganando adeptos entre profesionales del diseño, la arquitectura y la decoración. Según datos de la Asociación Española de Feng Shui, el número de consultores certificados en nuestro país ha aumentado un 45% entre 2020 y principios de 2025, reflejando un interés creciente por estas metodologías orientales aplicadas al bienestar habitacional.
"Ya no se trata de una moda pasajera", afirma Elena Torres, directora de la asociación. "Cada vez más personas comprenden que estos principios, lejos de ser supersticiones, constituyen un sistema coherente de armonización espacial desarrollado durante miles de años". Las búsquedas en internet relacionadas con términos como "Feng Shui hogar" o "energía casa" han experimentado un incremento del 78,3% en el último año en España.
Para quienes deseen iniciarse en esta práctica, los expertos recomiendan comenzar por aspectos básicos como la correcta ubicación del calzado y la liberación de las entradas de cualquier elemento que pueda obstaculizar el flujo energético. Estos pequeños cambios, aseguran, pueden suponer diferencias significativas en la percepción del espacio y en la calidad de vida de quienes lo habitan.
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