Estos últimos años, la comunicación a través de gestos ha cobrado especial relevancia en la lucha contra la violencia de género. Una señal de socorro silenciosa, que puede parecer sencilla, está teniendo un impacto significativo como herramienta para pedir ayuda en situaciones de peligro. Reconocer este código manual puede marcar la diferencia para las víctimas y ciudadanos que detectan una situación sospechosa.
El llamado gesto consiste en mostrar la palma de la mano abierta, doblar el dedo pulgar hacia dentro y cerrar el resto de los dedos colapsándolos sobre el pulgar, formando un núcleo compacto similar a un pequeño puño. Este símbolo, de origen internacional, pretende que una persona en peligro pueda solicitar auxilio sin necesidad de hablar, garantizando así su seguridad en entornos donde hacerlo es imposible o arriesgado.
Las autoridades destacan que, ante la sospecha de que alguien esté empleando esta señal, la reacción inmediata debe ser llamar al número de emergencias 091. De esta forma, los cuerpos de seguridad pueden intervenir con rapidez para salvaguardar la seguridad de quien la emite, minimizando riesgos asociados a la violenta coacción o abuso.
La sencillez del gesto permite que pueda ser utilizado en múltiples contextos: en el transporte público, en ámbitos familiares o laborales, e incluso durante una videollamada. Lo importante es que cualquier persona pueda reconocerlo y actuar en consecuencia, ya que el desconocimiento puede suponer un retroceso en la prevención y detección de casos.
MallTambién para el caso masculino, pero en las RRSS sólo salen vídeos de mujeres policías dando consejos.