Los smartwatch han pasado de ser simples accesorios tecnológicos a convertirse en valiosos dispositivos que monitorizan nuestra salud. En España, cada vez más personas optan por usarlos no solo para actividades deportivas, sino también para vigilar indicadores clave del organismo, especialmente los relacionados con el corazón. El Dr. Ricardo Escobar, cardiólogo y electrofisiólogo, destaca que aunque un reloj inteligente no sustituye a una visita médica, puede aportar datos esenciales para detectar signos tempranos de problemas cardíacos.
¿Puede un smartwatch realmente ayudarte a cuidar tu salud? La respuesta es sí, pero con matices importantes. Estos dispositivos registran información crucial como la saturación de oxígeno en sangre o la frecuencia cardíaca. Sin embargo, el papel principal de estos datos es proporcionar alertas tempranas y fomentar la consulta médica oportuna, no reemplazar la valoración clínica profesional.
En la práctica clínica diaria, los datos obtenidos mediante un reloj inteligente se utilizan para visualizar tendencias y detectar anomalías que, a primera vista, podrían pasar desapercibidas. Para ello, es fundamental comprender qué mide el dispositivo y cómo interpretar esos números en el contexto de cada usuario.
La función del smartwatch en la monitorización de la salud cardíaca
La saturación de oxígeno (SpO2) es uno de los parámetros más relevantes que registran hoy en día muchos smartwatch. Esta medida indica el porcentaje de oxígeno transportado por la sangre, vital para la función celular y el rendimiento del cuerpo. Cuando la saturación cae por debajo de niveles recomendados —habitualmente menos del 90%— puede reflejar problemas respiratorios o cardiacos. Detectar estas bajas durante el día o la noche mejora la detección precoz de condiciones que requieren atención urgente.
La frecuencia cardíaca es otro indicador clave que estos dispositivos captan constantemente. Los relojes digitales calculan la cantidad de latidos por minuto, identificando valores normales y también episodios de taquicardia o bradicardia. En pacientes con antecedentes cardíacos, una frecuencia demasiado alta o baja puede ser una señal para acudir al cardiólogo, evitando complicaciones posteriores.
De forma innovadora, varios modelos cuentan con la opción de realizar un electrocardiograma (ECG) en tiempo real, registrando la actividad eléctrica del corazón. Este avance tecnológico permite detectar arritmias o irregularidades en el ritmo cardíaco, como la fibrilación auricular, que en casos no diagnosticados puede derivar en ictus o insuficiencia cardíaca.
El Dr. Escobar subraya que, pese a estas mejoras tecnológicas, un smartwatch no es un sistema infalible ni un sustituto del diagnóstico médico. Su función es complementar la información clínica y motivar una mayor conciencia sobre hábitos saludables, detectando anomalías que justifiquen estudios más completos.
Donde estaban estos cuando nos obligaron a vacunarnos con remedios milagrosos sin testar. Ya lo decía mi abuelo son unos mata sanos