En 2025, la seguridad vial en España vuelve a reforzarse con la llegada de la novedosa línea rosa en la señalización horizontal de las carreteras urbanas. Esta innovación pretende ordenar la coexistencia entre vehículos de movilidad personal (VMP) —como bicicletas y patinetes eléctricos— y otros usuarios de las vías.
Este nuevo distintivo, visible ya en diversas ciudades españolas, no se trata de una advertencia sobre un peligro inmediato, sino de una delimitación clara del espacio reservado para VMP, con el fin de evitar conflictos y reducir la siniestralidad vial. Las franjas rosas se pintan en determinados tramos de carriles urbanos, generalmente en zonas con alta concentración de usuarios que circulan a distintas velocidades. Su función es que bicicletas y patinetes circulen siempre a la izquierda de esa franja, estableciendo un espacio protegido e identificado.
Objetivo de la nueva señalización
El auge exponencial de los VMP en las calles españolas ha provocado la necesidad de diseñar una nueva regulación de su circulación. En paralelo, han surgido las líneas verdes, que determinan zonas exclusivas para corredores, patinadores y peatones que utilicen patines, diferenciando a los usuarios más lentos con un espacio reservado en el carril. La combinación de estas líneas, unas rosas para VMP y otras verdes para usuarios de menor velocidad, responde a un propósito central: separar sectores que se desplazan a velocidades distintas. De esta manera, el riesgo de accidentes y la convivencia en la vía se optimizan, ya que cada grupo tiene su espacio definido.
Aunque no modifican las normas tradicionales para conductores de coches y motos, estas franjas aportan información y organización, permitiendo una convivencia más segura y fluida en el espacio urbano. En concreto, se pretende reducir las situaciones tensas y peligrosas derivadas de compartir un mismo carril con velocidades y modos de desplazamiento tan dispares.
Funcionamiento de las líneas
El contraste de colores en la señalización horizontal no es casual. Las líneas rosas delimitan exclusivamente zonas para bicicletas, patinetes y otros vehículos de movilidad personal, indicando que estos deben transitar por su lado izquierdo. Por otro lado, las líneas verdes señalan espacios dedicados al paso de corredores y patinadores, que suelen desplazarse a un ritmo menor. Esta clara división facilita que los usuarios más veloces no se mezclen con quienes se mueven más lentamente, minimizando el riesgo de atropellos o caídas por adelantamientos inesperados. Además, gracias a esta organización visual, se favorece un movimiento más ordenado, pues cada usuario sabe exactamente cuál es su área de tránsito.
Muchos colorines, rayas, rayos y rayes pero cada uno va por donde quiere y como quiere. Lo que faltan son policías y sanciones contundentes. Es la única forma.