El Ministerio de Hacienda ha oficializado una nueva deducción fiscal con alcance retroactivo desde el 1 de enero de 2025, que planea beneficiar a más de tres millones de trabajadores en España. Esta medida especialmente está destinada a aquellos cuyos ingresos salariales son inferiores a 18.276 euros anuales, una franja que incluye principalmente a los asistentes a jornada completa con sueldos próximos al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La deducción de hasta 340 euros descontables en la declaración de la Renta del próximo año se aplicará de forma automática en los borradores, por lo que los contribuyentes no deberán realizar ninguna gestión adicional para disfrutar de este alivio económico. Este anuncio viene tras la publicación de la Ley 5/2025 en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado mes de julio.
Este cambio legislativo tiene el claro objetivo de evitar que trabajadores a tiempo completo con SMI paguen IRPF tras la reciente subida salarial. Las autoridades fiscales subrayan que, pese a su automatización, es fundamental revisar el borrador antes de confirmarlo, asegurando que la deducción se ha incorporado correctamente junto con otros beneficios fiscales que puedan corresponder.
Requisitos básicos para acceder a la deducción
El acceso a esta deducción se condiciona a dos requisitos clave. En primer lugar, los contribuyentes deben tener rendimientos íntegros del trabajo iguales o inferiores a 18.276 euros al año. En segundo lugar, las rentas procedentes de otras fuentes como alquileres, ganancias patrimoniales o intereses financieros no pueden superar los 6.500 euros anuales.
Este segundo límite es relevante, pues permite focalizar la ayuda en quienes dependen en gran medida de sus ingresos laborales y no cuentan con considerables recursos complementarios. En consecuencia, las personas con ingresos relevantes fuera de su salario pueden quedar excluidas de este beneficio fiscal específico.
Por otro lado, la cuantía de la deducción no es uniforme, sino que se calcula mediante una fórmula progresiva que potencia la ayuda en función del nivel salarial.
Cómo se distribuye la deducción según nivel de ingresos
La deducción se estructura en un sistema escalonado. Para quienes ganen hasta 16.576 euros anuales, el importe máximo es de 340 euros completos. Para salarios superiores pero inferiores a 18.276 euros, la deducción disminuye progresivamente a razón de 20 céntimos por cada euro que supere el límite inferior mencionado.
Por ejemplo, un trabajador con un sueldo anual de 17.000 euros podrá beneficiarse de aproximadamente 255,20 euros, mientras que otro que perciba 18.000 euros recibirá una deducción más modesta de 55,20 euros. Superado el umbral de 18.276 euros, el beneficio desaparece totalmente.
Es importante recalcar que la ley establece que la reducción fiscal nunca podrá superar la cuota íntegra estatal y autonómica, ni dar lugar a un saldo a favor cuando se calcule exclusivamente en función de los rendimientos del trabajo, de modo que el ahorro está limitado al impuesto previsto a pagar.