Solicitar la jubilación anticipada es una decisión que debe ser cuidadosamente valorada, especialmente en el contexto actual de España en 2025. Los trabajadores que optan por esta modalidad deben tener en cuenta varios aspectos esenciales que influirán en el importe final de su pensión y en la duración de sus beneficios. Un experto en Seguridad Social y reconocido en redes sociales, Alfonso Muñoz, ha compartido recientemente tres consejos prácticos sobre este tema que pueden ayudar a quienes estén valorando adelantar su retiro.
El primer punto fundamental que destaca Muñoz es el impacto de las prestaciones por desempleo en la cotización a efectos de jubilación. Si un trabajador está cobrando una prestación contributiva por desempleo, el Fondo de Consumidores de la Seguridad Social cotiza por él como si estuviera en activo. Esto significa que los periodos en los que se recibe esta prestación no afectan negativamente a la base de cálculo de la pensión futura.
Por este motivo, es recomendable, en ciertos casos, esperar a agotar la prestación contributiva por desempleo antes de solicitar la jubilación anticipada voluntaria. Esta estrategia puede maximizar la cuantía de la pensión al sumar periodos cotizados sin interrupciones. Otro factor decisivo para quienes quieren jubilarse de forma anticipada es el momento exacto en que se realiza la solicitud, especialmente de cara al mes del calendario. Según Alfonso Muñoz, realizar el trámite durante el mes de diciembre puede ofrecer ventajas económicas interesantes.
Esto se debe a que las pensiones que se causan antes del 31 de diciembre se revalorizan al año siguiente siguiendo el Índice de Precios de Consumo (IPC). Por lo tanto, si alguien presenta su solicitud y se jubila, por ejemplo, el 31 de diciembre de 2025, al día siguiente su pensión podrá incrementarse conforme a la subida oficial del IPC prevista para 2026. Así, elegir diciembre para acogerse a la jubilación anticipada puede resultar en un importe de prestación superior con respecto a quien se jubile unos meses después, dado que este aumento de la pensión se aplica desde el comienzo del año siguiente. No obstante, es importante destacar que el beneficio final dependerá del porcentaje de revalorización que apruebe el Gobierno en cada ejercicio.
Evitar los primeros tres meses
La jubilación anticipada conlleva la aplicación de coeficientes reductores sobre la pensión para compensar el adelanto en la edad de retiro. Estos coeficientes son más estrictos durante los tres primeros meses de adelanto, lo que significa que solicitar la jubilación justo dos años antes de la edad legal conlleva mayores recortes. Por ello, el experto aconseja no anticipar la jubilación exactamente a esos dos años, sino plantear una solicitud que se sitúe entre los uno año y nueve meses y dos años antes de la edad ordinaria de jubilación. Esta estrategia puede suponer una significativa mejora en la cuantía mensual de la pensión durante toda la vida.