El mal olor de los zapatos es un problema frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres sin importar la edad o el tipo de calzado utilizado. La humedad y las bacterias suelen ser las principales causas de esos olores desagradables que aparecen tras un uso prolongado o frecuente del calzado. Pero, ¿sabías que existe un producto relativamente desconocido capaz de combatir estas molestias de forma sencilla? Se trata de un truco compartido por la experta en el hogar Estela Moreno en redes sociales y que muy poca gente conoce.
El oxígeno activo se ha posicionado como una opción cada vez más valorada para quienes buscan una solución eficaz contra manchas y olores fuertes. Muchas personas en España desconocen sus propiedades y beneficios, sin embargo, su uso recurrente puede terminar con esos malos aromas que se alojan en el interior de las zapatillas y botas.
Alternativamente, también podemos recurrir a un producto más común y asequible: el agua oxigenada. Su aplicación frecuente es un remedio casero que sigue ganando adeptos, especialmente por la facilidad y rapidez con la que mejora las condiciones higiénicas del calzado.
El oxígeno, un aliado contra el mal olor
El oxígeno activo, conocido químicamente como peróxido de hidrógeno en concentraciones específicas, se caracteriza por su potente capacidad de descomponer compuestos orgánicos que generan mal olor. Su efecto no sólo elimina bacterias y hongos, sino que también actúa sobre manchas profundas, haciendo del calzado un espacio libre de agentes perjudiciales.
En España, su accesibilidad ha mejorado notablemente y ahora es posible encontrarlo en supermercados y tiendas de productos de limpieza, facilitando así una aplicación frecuente obligatoria para mantener la frescura en los zapatos.
Por otro lado, el agua oxigenada, que muchos hogares tienen ya en su botiquín, puede usarse como sustituto directo del oxígeno activo. La clave está en aplicar este líquido cuidadosamente en el interior del calzado y dejarlo secar durante toda la noche, para que se eliminen los elementos causantes del mal olor.
Bicarbonato y otras soluciones para combatir la humedad y el mal olor
El bicarbonato de sodio se posiciona como otro recurso invaluable para mitigar el aroma desagradable de los zapatos. En España, su uso se ha extendido por ser un producto económico y multiusos. Su principal ventaja radica en su capacidad de absorber la humedad y neutralizar los olores, dos factores clave que dificultan mantener los zapatos frescos.
Una de las formas más prácticas de utilizarlo consiste en espolvorear una cantidad generosa dentro del calzado y dejarlo actuar durante varias horas, preferiblemente toda la noche. Tras este proceso, basta con sacudir o cepillar el bicarbonato para eliminar las partículas, dejando un aroma limpio y fresco.
Otra alternativa consiste en preparar pequeñas bolsas con bicarbonato que se coloquen dentro de los zapatos cuando no se estén usando. Esta técnica es especialmente útil para quienes poseen varios pares de calzado y desean mantenerlos en óptimas condiciones sin esfuerzo constante.
Lo primero y principal es lavarse los pies y luego ventilar el calzado después de cada uso. Con eso no necesitarás trucos.