La ira descontrolada es una emoción común, pero sus consecuencias pueden ir más allá de un simple enfado pasajero. Un médico español, Mario Alonso Puig, ha expuesto recientemente en TikTok cómo esta emoción intensa puede alterar significativamente el patrón respiratorio, una reacción fisiológica que afecta tanto al cuerpo como a la mente.
En sus explicaciones, Mario Alonso Puig remarca que la primera acción ante un episodio de ira no debe ser reaccionar impulsivamente. El especialista advierte contra comportamientos como hablar sin pensar, enviar mensajes o correos electrónicos explosivos, acciones que suelen derivar en arrepentimientos posteriores. Su consejo esencial es contener esa respuesta inmediata para evitar consecuencias negativas tanto personales como sociales.
Cuando la ira se instala, altera el ritmo natural de la respiración, provocando que se vuelva irregular o superficial, una reacción que puede generar aún más malestar. Entender esta conexión es fundamental para quienes buscan gestionar sus emociones de forma eficaz y saludable.
Según Mario Alonso Puig, la emoción de la ira no solo afecta al comportamiento sino que también provoca cambios reflejos en el organismo, especialmente en la forma de respirar. Este patrón alterado puede repercutir en la tensión arterial, frecuencia cardíaca y nivel de ansiedad, amplificando la sensación de malestar.
Este fenómeno fisiológico es ampliamente estudiado en la medicina y la psicología. Diversos estudios señalan que, durante un episodio de ira, el cuerpo entra en un estado de alerta, conocido como respuesta de «lucha o huida», en la que el organismo se prepara para actuar y la respiración se acelera o se vuelve irregular.
Este cambio genera una cascada de reacciones químicas y hormonales que pueden a corto y largo plazo provocar daños en la salud física y emocional, como problemas cardiovasculares o trastornos del sueño. Por ello, aprender técnicas para regular la respiración durante estas emociones es un aspecto clave para el bienestar integral.
Una técnica ancestral para rebajar la ira
El médico propone una práctica basada en la respiración consciente para contrarrestar la ira. Consiste en imaginar que se está inhalando un aire de un color verde elegido por cada persona, que entra en el cuerpo llenando especialmente al hígado, órgano tradicionalmente vinculado a la ira en muchas culturas.
Al momento de exhalar, se visualiza un humo oscuro saliendo, que simboliza la expulsión de la ira acumulada. Esta visualización sirve para fomentar la serenidad, la calma y la paz interior, ayudando a disminuir la intensidad del sentimiento negativo que se está experimentando.
Esta práctica, además de basada en técnicas ancestrales, tiene apoyo en estudios científicos que demuestran que la respiración consciente ayuda a regular el sistema nervioso parasimpático, que se encarga de calmar el cuerpo y la mente.