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Navidad 2025

Cómo cuidar la Flor de Pascua para que aguante perfecta después de Navidad: «Debe permanecer entre 12 y 14 horas diarias a oscuras»

Expertos recomiendan colocar la poinsettia en un lugar fresco con temperaturas entre 15 y 18 grados durante su fase de reposo invernal

Cómo cuidar la Flor de Pascua para que aguante perfecta después de Navidad

| Palma |

La flor de Pascua se ha consolidado como una de las plantas más características de la temporada navideña en España. En las Islas Baleares, este elemento decorativo gana protagonismo cada año gracias al clima mediterráneo que favorece su cultivo. Sin embargo, persiste la creencia de que se trata de una planta de temporada que muere tras las fiestas. Los expertos de Stars for Europe (SfE), dentro de la campaña «Stars Unite a Europe in Bloom» financiada por la Unión Europea, desmienten esta idea y aseguran que «con los cuidados adecuados, la poinsettia puede mantenerse en perfectas condiciones desde septiembre hasta entrado el invierno».

Después de la floración invernal, la planta pierde sus brácteas de colores y entra en una fase de reposo que se prolonga hasta abril de 2025. Durante este periodo, los cuidados necesarios son mínimos. Basta con situarla en un espacio fresco y luminoso, donde la temperatura se mantenga entre los 15 y los 18 grados, reducir los riegos al mínimo indispensable y evitar el uso de fertilizantes. El clima de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera ofrece las condiciones perfectas para su cultivo, lo que ha contribuido a que la planta se convierta en un elemento imprescindible de la decoración navideña en la región.

La facilidad de cuidado y su capacidad de aportar color y calidez hacen que cada año gane más presencia en los hogares baleares. Su resistencia y adaptabilidad al entorno mediterráneo permiten que, con unos cuidados básicos y constantes, la flor de Pascua pueda vivir varios años y volver a lucir sus característicos colores rojos, blancos o rosados en cada temporada festiva. La clave está en comprender el ciclo biológico de la planta y adaptar los cuidados a cada estación del año.

La renovación de la planta en primavera

Con la llegada de la primavera de 2025, la flor de Pascua comienza a mostrar signos de actividad. Según recomiendan desde SfE, «es entonces cuando conviene podar los tallos para favorecer nuevos brotes, trasplantarla a un sustrato fresco y aireado y empezar a incrementar poco a poco la frecuencia de los riegos». A diferencia del invierno, en esta fase la planta agradece recibir fertilizante de manera semanal, lo que fortalecerá sus raíces y estimulará la aparición de nuevas hojas. Cuando las temperaturas nocturnas superan los 10 grados, se puede trasladar al exterior, preferiblemente a un balcón o terraza en semisombra, donde encontrará las condiciones idóneas para recuperar vigor y mantenerse sana durante todo el verano. Este traslado gradual permite que la planta se aclimate a las condiciones exteriores sin sufrir estrés térmico. El sustrato debe ser rico en nutrientes y tener un buen drenaje para evitar encharcamientos que puedan pudrir las raíces.

Cuidados esenciales durante el verano

Los meses más cálidos requieren especial atención al riego. «En caso de que la planta se encuentre en maceta con plato, conviene retirar cualquier resto de agua que quede tras unos 15 minutos para evitar que se encharque», han destacado los expertos. Durante el verano también resulta importante situarla en un espacio ventilado pero protegido de corrientes fuertes y de la exposición directa al sol. El exceso de agua es uno de los principales enemigos de la poinsettia en esta época del año. Es fundamental mantener el sustrato húmedo pero no empapado, regando cuando la capa superficial esté seca al tacto. La fertilización semanal debe continuar para garantizar un crecimiento vigoroso y preparar la planta para el proceso de floración que comenzará en otoño. En las Islas Baleares, las altas temperaturas estivales obligan a prestar especial atención a la hidratación sin caer en el exceso.

El proceso de floración en septiembre

El verdadero desafío para quienes desean que la planta recupere sus brácteas de colores llega en septiembre de 2025. Para lograrlo es necesario someterla a un proceso de oscuridad controlada durante un periodo de entre seis y ocho semanas. «La poinsettia debe permanecer entre doce y catorce horas diarias a oscuras, sin recibir absolutamente ninguna fuente de luz. Incluso un destello breve, como el de un televisor encendido o la iluminación de una farola cercana, puede alterar su ritmo biológico y retrasar la aparición de los colores», han explicado los expertos. Si este ciclo se respeta con disciplina, la planta volverá a desarrollar sus espectaculares brácteas a tiempo para las fiestas de Navidad. Este proceso, conocido como fotoperiodo, es esencial para la formación de las características hojas coloreadas que rodean las pequeñas flores verdaderas de la planta. La consistencia en el horario de oscuridad es crucial: debe realizarse todos los días sin excepción durante las seis u ocho semanas que dura el tratamiento.

Para facilitar este proceso en el hogar, se recomienda colocar la planta en un armario completamente oscuro o cubrirla con una caja de cartón opaca durante las horas establecidas. Una vez transcurrido el periodo de oscuridad diaria, la planta debe volver a exponerse a la luz natural durante el resto del día. Este ciclo simula las condiciones naturales de México, lugar de origen de la poinsettia, donde los días se acortan considerablemente en otoño.

Recomendaciones generales para el cuidado de la poinsettia

Además de los cuidados estacionales, conviene tener en cuenta otros aspectos importantes. La poinsettia debe situarse en un espacio luminoso, cálido, con temperaturas entre 15 y 22 grados, y siempre alejada de corrientes de aire. Al ser muy sensible al frío, resulta fundamental protegerla en el transporte. De hecho, desde SfE recuerdan que las temperaturas inferiores a los 12 grados pueden dañarla, por lo que se recomienda envolverla adecuadamente al salir de la tienda y evitar trayectos largos a la intemperie. También es aconsejable no colocarla cerca de frutas como manzanas, plátanos o tomates, ya que estas liberan etileno, un gas que acelera el marchitamiento de sus hojas y brácteas. La ubicación ideal es junto a una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz indirecta abundante pero sin exposición directa a los rayos solares durante las horas centrales del día. Las corrientes de aire frío o caliente procedentes de sistemas de calefacción o aire acondicionado deben evitarse completamente.

El riego debe realizarse con agua a temperatura ambiente, nunca fría, y es preferible regar por la mañana para permitir que el exceso de humedad se evapore durante el día. La planta indicará sus necesidades hídricas: si las hojas comienzan a decaer ligeramente, es momento de regar. No obstante, es mejor pecar de falta que de exceso, ya que el encharcamiento causa daños irreversibles en las raíces.

Características y origen de la flor de Pascua

La flor de Pascua, conocida científicamente como Euphorbia pulcherrima y popularmente como poinsettia, es una planta originaria de México. Su nombre en español hace referencia a la época navideña, aunque en otros países se la conoce como «estrella federal» o «estrella de Navidad». Lo que comúnmente se considera las flores son en realidad brácteas, hojas modificadas de colores intensos que rodean las verdaderas flores, pequeñas y amarillentas, situadas en el centro. La planta fue introducida en Europa en el siglo XIX y desde entonces se ha convertido en un símbolo navideño por excelencia. Pertenece a la familia de las Euphorbiaceae y puede alcanzar alturas considerables en su hábitat natural, aunque las variedades comerciales se mantienen compactas gracias a tratamientos de crecimiento controlado. Existen múltiples variedades con brácteas de diferentes colores: rojo clásico, blanco, rosa, bicolor e incluso tonos crema o moteados.

En las Islas Baleares, el clima mediterráneo con inviernos suaves y veranos cálidos proporciona un entorno ideal para su cultivo. La tradición de regalar poinsettias durante la Navidad se ha arraigado profundamente en la cultura local, convirtiéndose en una de las plantas ornamentales más vendidas durante diciembre. Su capacidad de adaptación al clima balear facilita que los hogares puedan mantenerla viva durante todo el año con los cuidados apropiados.

¿Cuánto tiempo puede vivir una flor de Pascua?

Con los cuidados adecuados, una flor de Pascua puede vivir varios años y florecer en cada temporada navideña. La clave está en respetar su ciclo biológico natural y adaptar los cuidados a cada estación. Muchas personas desconocen que la poinsettia es una planta perenne que, en condiciones óptimas, puede convertirse en un pequeño arbusto de considerable tamaño. En su México natal, las poinsettias pueden alcanzar hasta tres metros de altura y vivir décadas. En cultivo doméstico, aunque las dimensiones son menores, la planta puede mantenerse saludable durante años si se le proporcionan los cuidados estacionales descritos. El principal factor limitante es el desconocimiento sobre sus necesidades específicas, especialmente el periodo de oscuridad necesario para la nueva floración.

¿Es tóxica la flor de Pascua?

Existe una creencia extendida sobre la toxicidad de la flor de Pascua, especialmente para niños y mascotas. Si bien es cierto que la planta produce un látex blanco lechoso que puede causar irritación en la piel y molestias digestivas si se ingiere, su toxicidad ha sido ampliamente exagerada. Estudios científicos han demostrado que tendría que consumirse una cantidad muy grande de hojas para provocar efectos graves. No obstante, se recomienda mantenerla fuera del alcance de niños pequeños y animales domésticos por precaución. El contacto con la savia puede provocar irritación cutánea en personas sensibles, por lo que es aconsejable usar guantes al realizar podas o trasplantes. En caso de ingesta accidental, puede causar náuseas y vómitos leves, pero raramente requiere atención médica urgente.

¿Qué hacer si la flor de Pascua pierde sus hojas?

La pérdida de hojas en la flor de Pascua puede deberse a varios factores: cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire, exceso o falta de riego, o exposición a temperaturas demasiado bajas. Si la planta pierde sus hojas de forma prematura, es importante identificar la causa y corregirla inmediatamente. En primer lugar, debe verificarse que la temperatura ambiental se mantiene en el rango óptimo y que no existen corrientes de aire frío. El riego debe ajustarse según las necesidades de la planta: el sustrato debe estar húmedo pero no encharcado. Si la pérdida de hojas se produce tras la temporada navideña, puede tratarse simplemente del inicio natural de la fase de reposo, momento en el que la planta concentra su energía en las raíces y reduce su actividad foliar. En este caso, no debe alarmarse y simplemente seguir las recomendaciones de cuidado invernal.

Finalmente, los expertos recuerdan que «la flor de Pascua es un regalo de la naturaleza que con unos cuidados muy sencillos puede convertirse en una pieza clave de la decoración del hogar en cualquier momento». La satisfacción de ver florecer nuevamente una poinsettia que se ha cuidado durante todo el año compensa con creces el esfuerzo realizado, especialmente en un entorno tan favorable como el de las Islas Baleares.

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