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Navidad 2025

Multas de 300 a 600.000 euros: Las infracciones y el mal uso de la pirotecnia en Navidad se paga caro

La Guardia Civil intensifica los controles sobre venta, almacenamiento y uso de artículos pirotécnicos durante las fiestas navideñas

La Guardia Civil intensifica los controles sobre venta, almacenamiento y uso de artículos pirotécnicos durante las fiestas navideñas

| Palma |

Las sanciones por infracciones relacionadas con la pirotecnia en Navidad pueden alcanzar desde los 300 euros para faltas leves hasta los 600.000 euros en casos de infracciones muy graves. Durante estas fechas, cuando muchos españoles adquieren productos pirotécnicos para celebrar las fiestas, la Guardia Civil ha intensificado su vigilancia sobre la venta, el almacenamiento y el uso de estos artículos. En 2025, ya se ha promulgado una orden de servicio específica para que los agentes lleven a cabo controles exhaustivos, tanto en establecimientos comerciales como en mercadillos y eventos donde se utiliza pólvora.

Los controles no se limitan únicamente a tiendas especializadas y puestos en mercados navideños. Los agentes también supervisan eventos que emplean fuegos artificiales y recreaciones teatrales donde la pólvora forma parte del espectáculo. La normativa establece requisitos estrictos que deben cumplir los comercios que venden estos productos, y su incumplimiento puede acarrear sanciones económicas considerables que varían según la gravedad de la infracción detectada. La campaña de inspección de este año responde a la necesidad de garantizar la seguridad durante las celebraciones navideñas, un periodo en el que tradicionalmente aumenta la demanda de productos pirotécnicos. Las autoridades buscan prevenir accidentes y garantizar que tanto la venta como el uso de estos artículos se realicen conforme a la legislación vigente, protegiendo así tanto a consumidores como a comerciantes y al público en general.

Requisitos que deben cumplir los establecimientos de pirotecnia

La Guardia Civil verifica que las tiendas especializadas cumplan con múltiples requisitos de seguridad establecidos por ley. Uno de los aspectos fundamentales es que ningún establecimiento puede superar los 150 kilos de material explosivo en sus instalaciones. Este límite está diseñado para minimizar riesgos en caso de accidente y representa una de las primeras comprobaciones que realizan los agentes durante sus inspecciones. En cuanto a las instalaciones físicas, los comercios deben contar con puerta de entrada y salida independientes, una medida crucial para facilitar la evacuación en situaciones de emergencia. Además, la normativa limita el número máximo de clientes que pueden permanecer simultáneamente en el interior del establecimiento a 16 personas, evitando así aglomeraciones que podrían dificultar una evacuación rápida.

Los sistemas de seguridad también son objeto de inspección detallada. Cada tienda debe disponer de sistemas de alarma y extinción de incendios homologados y en perfecto estado de funcionamiento. Estos elementos son revisados minuciosamente por los agentes, quienes verifican su correcta instalación y mantenimiento. El incumplimiento de cualquiera de estos requisitos puede derivar en sanciones inmediatas y, en casos graves, en el cierre temporal o definitivo del establecimiento.

Normativa de etiquetado y catalogación de productos pirotécnicos

Los agentes revisan exhaustivamente que todos los productos cumplan con la normativa de catalogación y etiquetado. Cada artículo pirotécnico debe incluir información obligatoria en español que resulte claramente visible para el consumidor. Entre los datos que deben aparecer en la etiqueta se encuentran el peso neto del producto, el nombre del fabricante o importador, y las edades mínimas requeridas para su uso. El etiquetado correcto no es una cuestión menor, ya que proporciona información esencial sobre la seguridad del producto. Los consumidores necesitan conocer las restricciones de edad, las instrucciones de uso y las advertencias pertinentes antes de adquirir cualquier artículo pirotécnico. La ausencia o incorrección de estos datos puede suponer sanciones para el comerciante y, lo que es más importante, puede poner en riesgo la seguridad de quienes utilizan estos productos.

El envasado también está sujeto a normativa específica. Los productos deben estar correctamente empaquetados y sellados para garantizar su integridad durante el almacenamiento y transporte. Cualquier signo de deterioro en el envase o etiquetas ilegibles puede ser motivo de retirada del producto y sanción al responsable de su comercialización.

Prohibiciones en la venta y adquisición

La legislación establece prohibiciones claras tanto para vendedores como para compradores. No pueden adquirir artículos pirotécnicos las personas que se encuentren bajo la influencia del alcohol o las drogas. Esta restricción busca evitar que quienes no están en plenas facultades mentales puedan hacer un uso inadecuado de productos potencialmente peligrosos. Los comerciantes tienen la obligación legal de negarse a vender estos artículos cuando detecten que un cliente no cumple con este requisito. Del mismo modo, los vendedores tampoco pueden ejercer su actividad comercial si están bajo los efectos de sustancias que alteren su capacidad de juicio. Esta normativa pretende garantizar que la venta se realice de forma responsable, con todas las advertencias y explicaciones necesarias para el uso seguro de los productos.

Una prohibición especialmente relevante durante las fiestas navideñas es la que afecta a la venta ambulante de artículos pirotécnicos en mercados navideños. Aunque estos espacios festivos son lugares habituales de comercio durante diciembre, no está permitida la comercialización de productos pirotécnicos en puestos no autorizados o que no cumplan con los requisitos de seguridad establecidos. Esta medida busca evitar que se vendan productos sin los controles necesarios y en condiciones inadecuadas de almacenamiento.

Recomendaciones de la Guardia Civil para un uso responsable

Desde la Guardia Civil se insta a hacer un uso responsable de estos artículos pirotécnicos. Una de las advertencias principales es que nunca se debe usar llama viva, como la de un mechero, para encender estos productos. La recomendación oficial es utilizar siempre mecha para prender los artículos pirotécnicos, ya que proporciona un tiempo de seguridad mayor entre el encendido y la explosión o ignición. En el caso específico de los cohetes, las autoridades recalcan que nunca deben cogerse con la mano durante su uso. Esta práctica, aparentemente inofensiva, es responsable de numerosos accidentes cada año, con lesiones que van desde quemaduras leves hasta mutilaciones graves. Los cohetes deben lanzarse siempre desde una base estable y segura, y nunca dirigirse hacia personas, animales o propiedades.

Las recomendaciones se extienden también a mantener una distancia de seguridad adecuada después del encendido y a no intentar reencender artículos que aparentemente no han funcionado. Muchos accidentes ocurren cuando alguien se acerca a comprobar un producto que parece defectuoso pero que finalmente explota con retraso. En estos casos, lo correcto es esperar al menos 15 minutos y después sumergir el artículo en agua antes de desecharlo.

Otro aspecto importante del protocolo de seguridad es que mantienen los artículos alejados de los clientes. Los productos no están al alcance directo de quienes visitan la tienda, sino que los empleados son quienes los manipulan y entregan. Esta práctica minimiza el riesgo de accidentes dentro del establecimiento y permite que el personal pueda explicar adecuadamente el uso correcto de cada producto antes de su venta.

La pirotecnia es la técnica que utiliza sustancias químicas para producir efectos luminosos, sonoros y de humo mediante reacciones de combustión controlada. En España, esta actividad está regulada por normativa específica que clasifica los productos según su peligrosidad y establece requisitos para su fabricación, almacenamiento, transporte y venta. Los artículos pirotécnicos se dividen en diferentes categorías según el nivel de riesgo que presentan y el público al que van dirigidos. La regulación española de la pirotecnia se enmarca dentro de la normativa europea sobre productos explosivos. Los productos deben pasar controles de calidad y seguridad antes de poder comercializarse. Cada artículo recibe una clasificación que determina quién puede adquirirlo y en qué condiciones puede utilizarse. Las categorías van desde productos de bajo riesgo, destinados al público general, hasta artículos de uso profesional que requieren formación específica y licencias especiales.

¿Cuáles son las sanciones por infracciones con pirotecnia?

El régimen sancionador establece tres niveles de infracciones. Las infracciones leves pueden acarrear multas desde 300 euros hasta varios miles, dependiendo de la naturaleza específica del incumplimiento. Estas suelen incluir deficiencias menores en el etiquetado, pequeños excesos en la capacidad de almacenamiento o fallos puntuales en los sistemas de seguridad que no comprometen gravemente la seguridad general. Las infracciones graves conllevan sanciones que pueden alcanzar decenas de miles de euros. En esta categoría se incluyen incumplimientos significativos de las normas de seguridad, como la venta a menores cuando no está permitido, superar claramente los límites de almacenamiento establecidos o carecer de los sistemas de extinción de incendios requeridos. Estas infracciones pueden acompañarse además de la clausura temporal del establecimiento.

Las infracciones muy graves, que pueden derivar en multas de hasta 600.000 euros, incluyen situaciones que ponen en grave peligro la seguridad pública. Entre ellas se encuentran la fabricación o almacenamiento ilegal de grandes cantidades de material explosivo, la venta de productos prohibidos o la manipulación fraudulenta de artículos pirotécnicos. En estos casos, además de la sanción económica, puede procederse al cierre definitivo del establecimiento y a responsabilidades penales para los implicados. Aunque la Navidad representa uno de los picos de demanda más importantes del año, el consumo de productos pirotécnicos en España se distribuye a lo largo de diferentes periodos. Las fiestas navideñas, especialmente la Nochevieja y el Día de Reyes, concentran un volumen significativo de ventas, principalmente de petardos, bengalas y baterías de fuegos artificiales de tamaño pequeño y medio destinados al uso familiar.

Sin embargo, el verano es la temporada de mayor actividad para el sector pirotécnico. Las fiestas patronales de pueblos y ciudades durante los meses estivales emplean grandes cantidades de fuegos artificiales para sus celebraciones tradicionales. Estos eventos suelen requerir productos de mayor envergadura y complejidad, destinados a espectáculos profesionales que pueden durar varios días y que forman parte importante de las tradiciones locales.

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