Bizum ha revolucionado la forma de realizar transferencias instantáneas en España, con millones de usuarios que recurren diariamente a esta plataforma para enviar dinero, abonar compras online o hacer donaciones benéficas. Sin embargo, no todas las palabras están permitidas en el concepto de las transacciones. La plataforma cuenta con filtros automáticos que detectan términos sospechosos relacionados con actividades ilícitas, lo que puede derivar en el bloqueo temporal o definitivo de la operación e incluso en la apertura de investigaciones por parte de las entidades bancarias.
El funcionamiento de Bizum resulta sencillo: el usuario accede a su aplicación bancaria, selecciona la opción de enviar dinero, elige el contacto de su agenda telefónica, introduce el importe y añade un concepto antes de confirmar la operación. Este último campo, aparentemente anecdótico, cobra especial relevancia desde el punto de vista legal, ya que las entidades financieras están obligadas a monitorizar todas las transacciones que puedan estar vinculadas a actividades delictivas o al blanqueo de capitales. La normativa que sustenta esta vigilancia es la Ley 10/2010, de 28 de abril de 2010, de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo.
Esta legislación, que continúa vigente en 2025, obliga a los bancos a supervisar las operaciones que consideren sospechosas y a reportarlas a las autoridades competentes cuando sea necesario. En este contexto, Bizum y las entidades bancarias asociadas han implementado sistemas automáticos de detección que rastrean palabras y expresiones específicas en los conceptos de las transferencias. Entre las palabras absolutamente prohibidas en los conceptos de Bizum figuran todas aquellas que hagan referencia a organizaciones terroristas, armamento o acciones violentas. Expresiones como «Al Qaeda», «armas para Siria» o «fusiles de asalto» activarán inmediatamente los protocolos de seguridad. Del mismo modo, términos relacionados con secuestros, como «pago del secuestro» o «sicario», están completamente vetados.
Cualquier mención a este tipo de actividades, incluso en tono de broma, puede generar serios problemas al usuario, desde el bloqueo de la operación hasta una investigación bancaria formal. Los sistemas de seguridad no distinguen entre el uso real o irónico de estas expresiones. Por tanto, aunque un usuario incluya estos términos de manera humorística o sin intención delictiva, el filtro automático procederá igualmente a marcar la transacción como sospechosa, lo que puede derivar en consecuencias administrativas y legales para el titular de la cuenta. Otro campo especialmente vigilado es el relacionado con el tráfico de drogas y sustancias ilegales. Palabras como «cocaína», «heroína», «dinero para coca» o «la farlopa del fin de semana» están completamente prohibidas en los conceptos de Bizum. Incluso expresiones aparentemente menos explícitas como «unos gramos de...» pueden ser detectadas por el sistema y generar alertas.
La plataforma aplica un criterio restrictivo para evitar que su servicio pueda ser utilizado como medio de pago en transacciones relacionadas con el narcotráfico. Los bancos, en cumplimiento de la normativa vigente, tienen la obligación de reportar cualquier operación que pueda estar vinculada con el blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas. Por este motivo, las entidades financieras han reforzado sus mecanismos de control, implementando algoritmos cada vez más sofisticados capaces de identificar patrones sospechosos en las transacciones realizadas a través de Bizum. Un apartado menos conocido pero igualmente vigilado es el que concierne a las transacciones relacionadas con órganos y tejidos humanos. Expresiones como «gracias por el pulmón», «donación de riñón» o «cadáver» están prohibidas en los conceptos de Bizum.
Aunque las donaciones de órganos son legales en España cuando se realizan a través de los cauces oficiales y bajo supervisión médica, las menciones explícitas en transferencias monetarias pueden interpretarse como indicios de tráfico ilegal de órganos, una actividad severamente penada por la legislación española y europea. Este tipo de filtrado responde a la necesidad de prevenir el comercio ilegal de material biológico humano, una práctica que, aunque minoritaria, constituye una grave vulneración de los derechos humanos y está perseguida internacionalmente. Por ello, cualquier referencia a órganos, tejidos o procedimientos médicos irregulares en el concepto de un Bizum será automáticamente marcada para su revisión.
Blanqueo de capitales y menciones explícitas
Las referencias directas al blanqueo de dinero también están terminantemente prohibidas. Frases como «500 euros para blanquear» o «dinero negro» activarán de inmediato los sistemas de alerta. Aunque pueda parecer obvio que nadie utilizaría estos términos en una transacción real de blanqueo, lo cierto es que los filtros no pueden distinguir la intencionalidad y proceden a bloquear cualquier operación que contenga estas expresiones. El sistema opera de forma preventiva, anteponiendo la seguridad y el cumplimiento normativo a la comodidad del usuario.
La Ley 10/2010 establece que las entidades financieras deben aplicar el principio de «conoce a tu cliente» y mantener una vigilancia constante sobre las operaciones que puedan resultar inusuales o sospechosas. En este sentido, Bizum se ha convertido en una herramienta más dentro del ecosistema de prevención del blanqueo de capitales, sometida a las mismas obligaciones de control que cualquier otro método de pago o transferencia bancaria.
Además de palabras específicas relacionadas con actividades ilícitas, los nombres de personas que estén siendo investigadas judicialmente o que hayan sido condenadas por delitos graves también pueden generar alertas en el sistema de Bizum. Aunque la plataforma no hace pública la lista completa de nombres vetados, se sabe que los filtros incluyen referencias a individuos vinculados con terrorismo, narcotráfico o crimen organizado. Esta medida busca prevenir la financiación de personas o grupos que puedan estar involucrados en actividades delictivas.
Es importante destacar que estos controles no vulneran la presunción de inocencia ni suponen una condena automática. Simplemente son mecanismos de prevención establecidos por ley que permiten a las autoridades investigar transacciones potencialmente relacionadas con delitos, siempre respetando los derechos fundamentales de los ciudadanos y los procedimientos judiciales establecidos. Si un usuario introduce en el concepto de su transferencia una palabra o expresión incluida en la lista de términos prohibidos, el sistema puede actuar de diferentes maneras.
En algunos casos, la operación será bloqueada automáticamente y no se completará, recibiendo el usuario una notificación de error. En otros casos, la transacción puede procesarse pero quedar marcada para revisión posterior por parte del departamento de cumplimiento normativo del banco. Dependiendo de la gravedad del término utilizado y del contexto de la operación, el banco puede solicitar información adicional al cliente, bloquear temporalmente su cuenta o, en casos extremos, comunicar la operación a las autoridades competentes. Es fundamental comprender que estos mecanismos no buscan perjudicar a los usuarios, sino cumplir con las obligaciones legales de prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo establecidas en la normativa española y europea.
Qué es Bizum y cómo funciona
Bizum es una plataforma de pagos móviles instantáneos creada por la colaboración de las principales entidades bancarias españolas. Lanzada en 2016, permite a los usuarios enviar y recibir dinero de forma inmediata utilizando únicamente el número de teléfono del destinatario. La plataforma está integrada en las aplicaciones de banca móvil de las entidades participantes, lo que facilita su uso sin necesidad de instalar aplicaciones adicionales. El servicio se ha popularizado especialmente entre los jóvenes y para pagos entre particulares, como compartir gastos de cenas, regalos colectivos o pequeñas transacciones cotidianas.
En 2025, Bizum cuenta con más de 28 millones de usuarios en España y procesa cientos de millones de operaciones al año, consolidándose como uno de los métodos de pago digital más utilizados del país. Su éxito se debe a la inmediatez, la sencillez de uso y la seguridad que ofrece al estar respaldado por el sistema bancario tradicional. Bizum establece límites en las cantidades que pueden transferirse a través de la plataforma. En 2025, el límite general para transferencias entre particulares es de 1.000 euros por operación, con un máximo mensual que puede variar según la entidad bancaria, aunque suele situarse en torno a los 5.000 euros.
Para pagos a comercios, los límites pueden ser diferentes y generalmente más elevados, dependiendo de los acuerdos entre el banco y el usuario. Estas restricciones responden tanto a criterios de seguridad como a las propias limitaciones técnicas y normativas del sistema. Para transferencias de cantidades superiores, es recomendable utilizar otros métodos tradicionales como las transferencias bancarias convencionales, que permiten mover importes mucho más elevados aunque requieren más tiempo de procesamiento y pueden generar comisiones.