El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) prevé una victoria al PSOE en las elecciones generales, con un 31,2 por ciento de voto estimado, dos puntos más que en el barómetro de mayo, aunque solo medio punto por encima del PP, que sube 3,5 puntos en un mes y obtendría un 30,7 por ciento de los sufragios.
El barómetro de junio, elaborado entre el 31 de mayo y el 7 de junio pasados, justo después de las elecciones municipales y cuando ya se habían convocado las generales anticipadas del 23 de julio, otorga a Sumar, ya con Podemos en la coalición, el 14,3 por ciento de los votos, seguido de Vox, con el 10,6 por ciento.
En todo caso, los resultados que arrojan esta encuesta conceden a la coalición encabezada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, menos respaldo electoral del que en el anterior muestreo conseguían por separado Sumar y Unidas Podemos.
En mayo Sumar se llevaba el 12,3 por ciento del voto estimado y Unidas Podemos, el 6,1 por ciento, así que ambos reunían el 18,4 por ciento. Es decir, conseguirían 4,1 puntos más al presentarse separadamente que en coalición, como harán el 23J. En la tercera posición se mantiene Vox, con el mismo porcentaje que arrojó la encuesta del mes pasado, el 10,6 por ciento de lo sufragios.
En un momento en que el PP y Vox están conformando sus pactos para gobernar en ayuntamientos y comunidades autónomas, la suma del voto estimado para ambos partidos alcanza el 41,3 por ciento, en tanto que el bloque conformado por el PSOE y Sumar sería superior, del 45,5 por ciento. Ello en un contexto de virtual empate técnico entre las dos principales fuerzas políticas, ya que si en el voto estimado -ponderado por los técnicos del CIS en función de diversas variables- el PSOE solo gana al PP por medio punto, en voto directo -el que los encuestados expresan al ser preguntados- la diferencia es de una décima a favor del PP, el 21,6 por ciento frente al 21,5.
Entre las restantes formaciones políticas, el barómetro de junio, con una muestra de 7.047 entrevistas, muy superior a la habitual en estas encuestas, que suele ser de 4.000, detecta una caída en el voto de ERC, que pasa del 2,4 por ciento a un 1,8 por ciento. Sin embargo, Junts per Catalunya sí crece desde el 1,2 por ciento de mayo a un 1,6 por ciento en junio, al igual que el PNV y EH-Bildu, que del 0,9 por ciento registrado por cada uno de ellos hace un mes crecen al unísono al 1,1 por ciento.
Este muestreo del CIS sitúa además al extraparlamentario PACMA al mismo nivel que el BNG, con el 0,7 por ciento en estimación de voto para ambos, al caer los animalistas desde su anterior 1,2 por ciento. La CUP se llevaría el 0,5 por ciento de los votos, Coalición Canaria/Nueva Canarias, el 0,3, y otros partidos más pequeños, como Teruel Existe o UPN se quedan con el 0,1 por ciento.
Caemos en la trampa visceral de creer en derechas o izquierdas cuando el problema es el sistema democrático que tenemos aquí, con listas cerradas y la disciplina de voto que convierte en innecesario tanto diputado. Se necesita cambiar el sistema por uno de listas totalmente abiertas, con un parlamento disminuido y en el que los electores podamos escoger a candidatos de cualquier formación por su trayectoria y honestidad. El representante público se debería a los electores, no a los partidos que acaban funcionando como unas mafias donde toman decisiones personajes a los que nadie ha votado y, en lugar de un parlamento formado en gran parte por arribistas ambiciosos, dispondríamos de uno formado en su mayor parte por personas competentes y honestas. Las políticas de derechas o izquierdas tienen una importancia menor frente a la honestidad del dirigente.