Los electos de Vox se levantaron de sus escaños, este pasado miércoles, y se marcharon del Congreso de los Diputados nada más terminar la intervención de su presidente, Santiago Abascal. No se quedaron a escuchar la réplica del candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, que no se produjo por motivos evidentes. Este jueves los 33 diputados de la formación de ultraderecha no han acudido a la cámara baja para asistir a la continuación de la sesión, un hecho que ha provocado críticas especialmente en la bancada socialista y en representantes de Sumar.
De este modo, el exalcalde de Palma y actual senador del PSOE, José Hila, ha criticado que «si un trabajador o trabajadora abandona su puesto de trabajo durante su jornada laboral y al día siguiente no se presenta por la mañana, ¿qué pasaría?». «Pues eso es lo que han hecho los diputados y diputadas de Vox en el Congreso durante las dos jornadas del debate de investidura. Si no creen ni respetan la democracia, al menos podrían tener la dignidad de cumplir con su trabajo como hacen el resto de ciudadanos de nuestro país».
También incisivo ha sido el diputado aragonés de Sumar Jorge Pueyo, quien ha resaltado que «la España que madruga de Vox no ha madrugado hoy para venir a la investidura. Estos «emprendedores» te echarán si no vas a trabajar un día o llegas tarde pero no se quitarán del sueldo los días que, como hoy, no vienen. Eso sí, seguirán subiéndose los sueldos en Comunidades Autónomas y municipios».
La ausencia de Vox del hemiciclo durante el debate es significativa, mientras no cesa su presencia en las calles para censurar la ley de amnistía, una presencia que además va en incremento. Abascal salió este pasado miércoles del Congreso una vez lanzado su discurso en el que comparó a Pedro Sánchez con Hitler, un punto que obtuvo la reprimenda de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para unirse a las protestas contra la sede del PSOE de Ferraz. Asimismo, su partido recaba firmas contra la ley de gracia en multitud de capitales españolas.