El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, abrió este martes el debate a cuatro de Atresmedia diciendo que «no está en sus planes» pactar con Ciudadanos, un partido que, según subrayó, ha puesto un cordón sanitario al PSOE y que, si suma con PP y Vox, «hará lo mismo que ha hecho en Andalucía». El líder del PP, Pablo Casado, le advirtió de que tenga cuidado con Arnaldo Otegi, que ha ofrecido sus votos al PSOE, y es un «experto en secuestrar».
El debate que abordaron los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno, que fue más tenso que el del día anterior, arrancó con el bloque sobre programas electorales, el más extenso.
El presidente de Cs, Albert Rivera, sacó una copia de la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para acusarle de mentir, y éste le respondió regalándole el libro del presidente de Vox, Santiago Abascal, «para que conozca los planteamientos políticos de sus aliados».
Por su parte, el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que intentó mediar el debate,le dijo a Rivera, que es «muy maleducado» por usar la «técnica de interrumpir todo el rato» y le pidió que no sea «impertinente».
Independentismo
Sánchez aseguró que él no ha pactado con los independentistas, «es mentira, es falso, podrán repetir mil veces una mentira pero falso es falso, no es no y nunca es nunca». Sus palabras hicieron saltar tanto a Rivera como a Casado, que le preguntó si acaso «lo de Pedralbes fue un picnic», en alusión a su reunión con Torra el pasado diciembre en Barcelona.
El presidente del PP le reprochó que en los meses del Gobierno del PSOE el número de parados ha aumentado en 126.000 personas, de las que 60.000 son mujeres y 20.000 jóvenes. «Es mentira», repitió Sánchez.
El presidente del Gobierno se comprometió con los dos millones de autónomos que hay actualmente en el país a hacer que «coticen por los ingresos reales que tengan».
Casado y Rivera se disputaron los votos de centro derecha al protagonizar un duro enfrentamiento sobre diversas cuestiones, como las pensiones, los impuestos, o la eutanasia.
Esta última fue una de las más polémicas. El líder de Cs pidió a su oponente que reflexione porque, si ambas fuerzas han de llegar a acuerdos en el Parlamento, «hay que regular la muerte digna y la eutanasia».
La actitud de los partidos ante la violencia machista provocó uno de los momentos más tensos del debate, con acusaciones mutuas de dinamitar el pacto de Estado contra esta lacra y jugar con el dolor de las mujeres.
Sánchez denunció que el Gobierno en Andalucía de PP y Cs está elaborando ‘listas negras' de trabajadores -médicos, psicólogos, trabajadores sociales, etcétera- que luchan contra la violencia de género. «¡Qué decepción, señor Rivera!», remarcó.
Otro de los bloques, fue el del modelo territorial, que se centró en Catalunya. Casado volvió a acusar a Sánchez, de ser «un peligro público para España» porque «depende de los que quieren romper España», en alusión al voto de las fuerzas independentistas en la moción de censura. «Sánchez es el candidato favorito de los enemigos de España», insistió.