En la sede del PP han sobrado algunas docenas de carteles electorales. Todo un síntoma de que las expectativas no eran las mejores para la jornada de ayer. «Es un mal resultado», reconoció sin paliativos Misericordia Sugrañes, «se ha constatado lo que hemos venido diciendo durante la campaña, la fragmentación del voto en la derecha nos ha perjudicado», explicó en medio de un ambiente de notoria decepción.
En opinión de la presidenta menorquina del PP, «la irrupción de Vox ha movilizado a la izquierda, que ha sido clave para el resultado final», un resultado que ha enviado a su partido, que fue el más votado en las tres últimas convocatorias generales, a la tercera posición. En algunos municipios ha quedado incluso por detrás de Ciudadanos.
En su análisis de urgencia, cuando todavía se ultimaba el conteo de votos, Sugrañes no cree que la tendencia marcada en la jornada de ayer sea extrapolable a los comicios locales del próximo día 26. «Está claro que se ha votado en clave nacional y que el electorado se ha dividido en dos bloques que representan respectivamente el 40 y el 42 por ciento», señala con la esperanza de que efectivamente sea así y que la clave local le aporte más oportunidades a sus candidaturas.
En su valoración sobre las opciones de gobierno que dejan los resultados conocidos anoche dijo que solo hay dos, socialistas y Ciudadanos o socialistas con minoritarios independentistas. No se definió, sin embargo, sobre sus preferencias y no cree que el gobierno pueda formarse antes de las elecciones locales, «se verá qué movimientos hay, ya podremos vislumbrar intenciones».
Cuando compareció anoche ante los medios ya había felicitado a Pau Morlà, alaiorenc también, «le he dado la enhorabuena porque tendremos representación menorquina en el Congreso, aunque habríamos deseado representarla nosotros», confesó Sugrañes.
La presidenta popular sí que reconoció que el varapalo que ha recibido su partido «es un toque de atención importantísimo para el 26-M, pero insisto en que el ciudadano ha de saber si quiere instituciones estables, que son las que garantiza el PP, o instituciones inestables», en alusión a los gobiernos de coalición.
No cree que el resultado de ayer deba cuestionar el liderazgo de Pablo Casado, que se ha estrenado con evidente fracaso.
Las dos candidatas populares en las elecciones de ayer encajaron con entereza la decisión de los ciudadanos, aunque no escondieron la decepción de un resultado que estuvo lejos de las expectativas más prudentes. «Ha sido una derrota con honra, que obliga a seguir trabajando», dijo Herráiz.