El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, ha alertado de que «la acción golpista de la derecha ha entrado en una fase subversiva», en el marco de la crisis que vive el país iberoamericano desde el pasado 12 de febrero.
«Venezuela ha estado sometida a una modalidad de violencia que ya ha sido practicada en otras partes del mundo con la única finalidad de derrocar gobiernos», dijo en el balance de la situación que ofreció ayer.
A modo de prueba, mostró el armamento que se ha incautado en estas semanas, «con el que podríamos hacer un museo, que incluye pistolas, lanzacohetes, cócteles molotov y casi 3.000 morteros aliñados con clavos y tachuelas», entre otros objetos.
En su opinión, «todo ello demuestra que este ya no es un plan de protesta pacífica, han hecho parecer que el Gobierno está reprimiendo a muchachos inocentes que salen a protestar porque no consiguen harina de maíz, por ejemplo, pero esa no es la realidad», sostuvo el ministro.
«Lo que se convocó en el país a principios de año fue una protesta de carácter insurreccional cuyo objetivo era derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro», ha reiterado, en declaraciones recogidas por el canal venezolano Noticias24.
La crisis política en Venezuela se desató el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado 28 muertos, 365 heridos y cientos de detenidos.
Desde entonces, detractores y seguidores del Gobierno han marchado casi a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.