Johanna Quandt, accionista mayoritaria del fabricante de vehículos alemán BMW y la segunda mujer más rica de Alemania, murió este miércoles a los 89 años en Bad Homburg (oeste del país), según medios locales.
Quandt poseía el 47 % de las acciones de BMW, la empresa que reflotó en los años 60 su marido Herbert Quandt, una participación que tan sólo en 2014 le reportó un dividendo de unos 815 millones de euros, según consta en las cuentas empresariales de ese ejercicio.
«Johana Quandt impresionó a su entorno con su calidez y sus formas sencillas y cercanas», aseguró en un comunicado el presidente del consejo de supervisión de BMW, Norbert Reithofer.
La fallecida, que heredó el imperio industrial de su marido en 1982, era además miembro temporal del consejo de supervisión del fabricante de vehículos bávaro.
La familia Quandt cuenta con importantes participaciones en numerosas empresas alemanas desde que el patriarca, también llamado Herbert Quandt, dejó en herencia en 1954 a sus dos hijos, Harald y Herbert, un grupo empresarial de alrededor de 200 compañías.
Entre estas empresas había participaciones en los constructores de vehículos Daimler-Benz y BMW, así como en la petrolera Wintershall y el fabricante de pilas Varta.
Herbert Quandt aumentó su participación en BMW a raíz de una crisis financiera de la empresa en 1959 y desde entonces la familia ha sido el principal accionista.
La empresaria contribuyó con cientos de miles de euros a las campañas políticas de la Unión Socialcristiana (CSU), hermana bávara de la formación conservadora de la canciller Angela Merkel, y del Partido Liberal (FDP), lo que le granjeó críticas.
En 2009 Johana Quandt recibió la gran Cruz del Mérito Federal.