La nube de cenizas de unos 3.650 metros de altura del volcán Kilauea, que entró en erupción hace ya doce días, ha provocado una alerta roja en la isla de Hawái, según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, según sus siglas en inglés).
La alerta roja implica que podría registrarse una nueva erupción que podría afectar a la aviación al llenar de ceniza las rutas aéreas, tal y como ha explicado el USGS, que ha alertado de que el cambio en la dirección del viento concentrará los niveles de ceniza en el interior de la isla.
El sábado se detectó una nueva fisura en la falda del volcán, ocho días después de que entrara en erupción. Miles de personas han tenido que huir de sus hogares debido a la lava, que alcanza ya alturas acumuladas de hasta 10 metros.
El Observatorio Volcánico de Hawái, dependiente del USGS, ha advertido de que la actividad sísmica sigue siendo «elevada». Este mismo fin de semana se registró en la zona un terremoto de magnitud 3,5 en la escala de Richter.