Un joven de 21 años dio las gracias a la policía por haberle detenido antes de cumplir sus deseos de matar y comerse a un niño, informó este martes el alguacil del condado de Brevard, en el centro-este de Florida (EE.UU.).
El alguacil Wayne Ivey ofreció una rueda de prensa en la ciudad de Titusville para informar del caso de Alexander Barter, quien fue detenido el 19 de octubre pasado en Texas como resultado de una investigación iniciada en Brevard.
En esa conferencia, transmitida en vídeo a través de las redes sociales de la oficina del alguacil, Ivey calificó el caso como el más «raro y asqueroso» de su carrera y subrayó que el propio Barter dio las gracias a los agentes que lo detuvieron por haberle impedido saciar su «sed de sangre», pues él «no podía frenar» sus deseos.
La investigación comenzó a partir de que un agente de la oficina del alguacil Ivey descubrió un mensaje de Barter en internet en el que expresaba su deseo de «probar la necrofilia y el canibalismo y saber qué se sentía después de quitarle la vida a otra persona».
El agente respondió a ese mensaje y entabló conversaciones por internet con Barter sin darle a conocer que era policía.
Barter le especificó que quería «violar, matar y comerse» a un niño y que quería hacerlo «lo antes posible», pues debía saciar su «intensa sed de sangre».
Según el alguacil, el joven dijo al agente encubierto que vivía «en el bosque» y que podría deshacerse de los restos de su víctima con facilidad.
El agente viajó a Texas a encontrarse con el joven, al que había prometido llevarle una niña para sus macabros propósitos, y así fue detenido y puesto a disposición de la justicia quien Ivey definió como el individuo «más enfermo, asqueroso y demente» con el que ha tenido que toparse.