Centenares de trabajadores de Google clamaron este jueves «basta ya» y «el tiempo se ha acabado» en una marcha ante las puertas de la compañía en Nueva York en contra de las denuncias de acoso sexual en el gigante tecnológico, una protesta seguida por los trabajadores de Google por todo el mundo.
«Pedimos un cambio estructural en nombre de la transparencia, rendición de cuentas y equidad», exigió Tanuja Gupta, una de las empleadas de la empresa en Manhattan encargada de leer el manifiesto de los empleados, quien insistió también en la necesidad de acabar con las discriminaciones salariales y pidió transparencia en las brechas salariales ante posibles abusos sexuales.
«Requerimos un proceso mejor al 've y cuéntalo' frente a los abusos sexuales, es un proceso que no sirve», añadió la trabajadora, que demandó también mayor representación en todos los niveles directivos.
Durante la concentración en el barrio de Chelsea se podían leer pancartas con mensajes como «Los derechos de los trabajadores son derechos de las mujeres» o «Se acabó el tiempo, empresas tecnológicas», después de que The New York Times desvelara que el fundador de Android, Andy Rubin, recibió 90 millones de dólares como indemnización después de su despido tras acusaciones de abuso sexual a una trabajadora.
«Hacemos un buen trabajo respetando al usuario, pero últimamente estamos fallando a la hora de respetarnos los unos a los otros. Y como todos los que estáis aquí, no siento otra cosa más que enfado y un fuerte deseo de hacer las cosas bien», aseguró German Santana, un gestor de socios que lleva siete años y medio trabajando para Google.
«Aunque las cosas parezcan desalentadoras porque alguno de nuestros líderes nos haya fallado, el hecho de que todos vosotros estéis aquí hoy me da esperanza de que podamos cambiar las cosas, al igual que hemos cambiado la manera en que la tecnología se emplea y es presentada hoy en día», añadió Santana.
Otra de las representantes de los trabajadores, Dema Rodriguez, ha insistido en que Google no es solo una persona, sino que se trata de toda la comunidad de trabajadores, que han decidido que «ya es suficiente, suficiente y suficiente».