Más de un millón de manifestantes tomaron las principales avenidas del centro de Hong Kong al concluir la manifestación iniciada horas antes en demanda de la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición, cuya tramitación ha dejado en suspenso el Gobierno local.
La marcha, que reunió en sus inicios a centenares de miles de personas, fue congregando cada vez a más gente, y a las 20.50 horas locales (12.50 GMT) los manifestantes ocupaban el parque Tamar, junto a la sede del Parlamento y las principales avenidas y calles adyacentes a su alrededor en un radio de casi 2 kilómetros, según constató Efe.
Muchos de los participantes expresaron su intención de permanecer toda la noche en las calles, al tiempo que pedían la retirada total del proyecto de ley y la dimisión de su impulsora, la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, que anunció la suspensión de la iniciativa legislativa ante las protestas populares.
En este sentido, Lam ha pedido disculpas por su gestión de la polémica propuesta de ley de extradición a China tras las históricas protestas de las últimas semanas en la ciudad por considerar que se trata de una vulneración de los derechos de los detenidos.
«La jefa ejecutiva se disculpa ante el público y promete que aceptará cualquier crítica con sinceridad y humildad», según un comunicado del Gobierno hongkonés, que reconoce negligencias a la hora de gestionar el control de las protestas, que han dejado hasta el momento más de 80 heridos en cargas policiales.
Carrie Lam «admite que los enfrentamientos a gran escala han ocurrido por un trabajo inadecuado de las autoridades, lo que ha causado una profunda tristeza a los residentes», según la nota oficial recogida por el portal Hong Kong Free Press.
El comunicado aparece en plena concentración multitudinaria ante la sede del Gobierno, aunque la nota no aborda ninguna de estas demandas.