Los pilotos de Ryanair con base en Irlanda podrían convocar este verano varios días de huelga, después de que sus colegas en el Reino Unido anunciaran este jueves que harán dos paros en agosto y septiembre, informaron hoy fuentes sindicales.
La Asociación de Pilotos de Aerolíneas Irlandeses (Ialpa) dará a conocer este viernes el resultado de una votación efectuada entre sus miembros, que representan en torno al 25 % de la plantilla de este colectivo de Ryanair en Irlanda.
La compañía se comprometió a finales de 2017 a reconocer, por primera vez en su historia, a los sindicatos independientes de sus trabajadores, pero la falta de avances llevó a pilotos y tripulantes de cabina a convocar parones el pasado verano, lo que provocó miles de cancelaciones y pérdidas económicas importantes para Ryanair.
La presión obligó a la empresa a negociar durante este y el pasado año varios convenios colectivos en sus bases europeas, si bien los pilotos sigue reclamando mejoras en sus planes de pensiones, seguros, en las condiciones para la maternidad, y una «estructura de salarios justa, transparente y consistente».
Así lo ha expresado el sindicato de pilotos británico Balpa, tras confirmar que efectuarán dos paros, uno de 48 horas a partir del 22 de agosto y otro de 72 horas el 2 de septiembre.
Ryanair ha lamentado la decisión de Balpa y advierte de que estas medidas causarán serios trastornos a miles de pasajeros, a pesar de que, dice, este sindicato representa a «menos del 50 %» de sus pilotos en las bases del Reino Unido y «solo el 57 %» votó a favor de la huelga.
«Balpa no tiene un mandato para interrumpir nuestros vuelos y las vacaciones de nuestros clientes, sobre todo cuando los pilotos en el Reino Unido afrontan despidos como consecuencia de los retrasos en la entrega de aviones Boeing MAX y de la amenaza de un 'brexit» sin acuerdo el próximo 31 de octubre», señaló Ryanair en un comunicado.
La pasada semana, la aerolínea ya informó de que planea recortar su plantilla en hasta 500 pilotos y 400 tripulantes de cabina debido, entre otros factores, al impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el encarecimiento del combustible y el retraso en la entrega de aparatos Boeing 737 Max.
El consejero delegado de la aerolínea, Michael O'Leary, afirmó que el beneficio de la firma cayó el 21 % en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, hasta 243 millones de euros.
El directivo esgrimió que esa caída es consecuencia, entre otros aspectos, de «las grandes subidas salariales de pilotos y tripulantes de cabina negociadas el pasado año».
Ryanair ha estimado que el retraso en la entrega de aviones Boeing reducirá el crecimiento de la compañía en el verano de 2020 del 7 al 3 %, por lo que el tráfico anual de pasajeros podría caer de 162 millones previstos hasta ahora a 157 millones.
Asimismo, sostiene que las dificultades que atraviesa el fabricante estadounidense para cumplir con los pedidos previstos causarán «recortes y cierres» en algunas bases de operaciones europeas durante el próximo invierno y el verano de 2020.