Las elecciones de los Estados Unidos tendrán lugar el próximo 3 de noviembre de 2020, una fecha marcada en el calendario para los republicanos, que pueden volver a situar a Trump como vencedor, y para los demócratas, que han confiado en Joe Biden como candidato presidencial para ocupar la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.
Aunque ambos partidos han llevado a cabo una campaña política que se ha extendido por todo el país, no han destinado los mismos esfuerzos a todos los estados, ya que algunos de ellos son más decisivos a la hora de ganar o no las elecciones.
En Estados Unidos, el sistema electoral es indirecto. La población elige a los compromisarios que forman los Colegios Electorales y son ellos los que eligen al presidente y al vicepresidente con el criterio de «todo para el ganador». El Colegio Electoral tiene un total de 538 compromisarios y los candidatos necesitan conseguir 270 votos para hacerse con el puesto en la Casa Blanca.
De este modo, ciertos estados son más importantes que otros, ya que cada uno de ellos tiene asignado un número diferente de votos. Así, el candidato que gane en Florida se llevará 55 votos.
Además, entran en juego los conocidos como estados bisagra o swing states, es decir, aquellos estados que no tienen un claro ganador en las encuestas realizadas antes de las elecciones. Hay algunos estados del país que son claramente republicanos o claramente demócratas, según las encuestas o por tradición de voto.
Sin embargo, otros estados son pendulares, es decir, a veces ha ganado en ese estado el bando republicano y, otras veces, el bando demócrata. La campaña electoral de ambos partidos se centra en captar el voto de estos estados.
En las elecciones de 2020, por ejemplo, Florida cuenta con 55 votos, uno de los que más tiene. Ningún candidato ha ganado la presidencia sin haber ganado primero los votos de Florida. Este es uno de los estados bisagra, donde todo puede pasar.
Por otro lado Carolina del Norte y Ohio, son otros dos estados que suman más de 30 votos. En ninguno de los dos está claro a cuál de los dos candidatos irán a parar. Otros estados como Pennsylvania o Georgia, la tendencia en las últimas elecciones eran claras hacia uno u otro partido, pero en los actuales comicios todavía está por ver qué sucederá con los votos de estos estados.