Los bares y cafés de Bruselas se verán obligados a cerrar durante un mes a partir del jueves, según ha anunciado el gobierno regional el miércoles después de que la capital belga superara a París en cuanto a infecciones de COVID-19 por habitante.
Según las autoridades sanitarias belgas, Bruselas es la segunda de las 27 capitales de la Unión Europea con 502 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, después de Madrid.
Rudi Vervoort, primer ministro de la región de Bruselas, dijo en una conferencia de prensa que los bares y cafeterías cerrarán durante un mes a partir del jueves, aunque su negocio solo sea la venta de té o café, una medida similar a la adoptada el martes en París.
«El criterio aquí no es si se sirve alcohol», dijo Vervoort. Las autoridades decidirán en otra reunión el viernes si se mantienen abiertas las escuelas y universidades y cómo hacerlo.
El Gobierno belga endureció las medidas nacionales el martes, incluyendo el cierre de los bares a las 23.00 hora local y limitando las reuniones sociales a no más de cuatro personas invitadas dentro de un hogar, sentadas en la mesa de un café o reunidas en el exterior. En Bruselas, también se prohibirá a la gente beber alcohol al aire libre.
Los lugares de fiesta, donde las autoridades sanitarias dijeron que se produjeron muchas infecciones, también tendrán que cerrar. No se permitirá a ningún espectador en los centros deportivos para ver deporte aficionado.
Los expertos atribuyen la segunda ola de la pandemia en Bélgica, como en el resto de Europa, en parte a que la gente —sobre todo los jóvenes— están cansados de meses de distanciamiento social y otras restricciones introducidas para frenar la propagación del virus.
La pandemia de COVID-19 ha cobrado 10.092 vidas en este pequeño país de 11 millones de habitantes, una de las mayores tasas de mortalidad per cápita del mundo. Bélgica es sede de las instituciones de la Unión Europea y del cuartel general de la alianza militar de la OTAN.
El promedio diario de nuevas infecciones en una semana pasó de 2.400 el miércoles. Las hospitalizaciones también están aumentando de nuevo en Bélgica, así como las muertes por el virus.