El Partido Republicano en Wisconsin denunció este jueves haber sido víctima de un ataque de piratas informáticos, que robaron 2,3 millones de dólares de la campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump, en ese estado, aunque anticipó que esto no afectará sus actividades con miras a las elecciones del próximo martes.
«Los ciberdelincuentes, utilizando un sofisticado ataque de phishing, robaron fondos destinados a la reelección del presidente Trump, alteraron facturas y cometieron fraude electrónico», señaló el partido del gobernante en un comunicado.
Los republicanos dijeron que el ataque fue detectado a «última hora de la noche del jueves 22 de octubre».
«El viernes 23 de octubre por la mañana, notificamos al FBI (Buró Federal de Investigaciones) que, como resultado de este ciberataque, los piratas informáticos obtuvieron 2,3 millones de dólares a través de facturas falsificadas a nombre de proveedores del Partido Republicano en Wisconsin», detalló un comunicado.
La nota aclaró que «no hay evidencia de que los piratas informáticos hayan adquirido información privada». Además, subrayó el «nivel de familiaridad» de los piratas con las operaciones del partido en ese estado al final de la campaña.
En los ataques de phising, los piratas se valen de la suplantación de páginas o correos conocidos por el usuario para obtener información como contraseñas, cuentas bancarias, entre otros. «Si bien fue robada una gran suma de dinero, nuestra operación está funcionando a plena capacidad con todos los recursos desplegados para garantizar que el presidente Donald J. Trump gane en Wisconsin el 3 de noviembre», indicó el comunicado.
El pasado 17 de octubre, Trump visitó Michigan, Wisconsin y Nevada, tres estados clave en su intento de arañar votos con las encuestas en contra de cara a las elecciones del 3 de noviembre.
Según el promedio de sondeos de RealClearPolitics, el candidato demócrata, Joe Biden, aventaja a Trump por más de seis puntos en Wisconsin, mientras que en Michigan va por delante con más de siete puntos.
El desarrollo de las elecciones de 2016 ha sido motivo de debate en EE.UU. e incluso en octubre del año pasado, el Comité de Inteligencia del Senado, de mayoría republicana, publicó un informe en el que concluía que la campaña rusa en internet previa a esos comicios perjudicó a la excandidata demócrata Hillary Clinton e impulsó a Trump.
Como consecuencia, las agencias estadounidenses y las principales redes sociales han concentrado sus esfuerzos en prevenir cualquier interferencia en los comicios de 2020.
Para ello han reforzado la vigilancia en torno a los mensajes que se difunden, mucho de los cuales pueden ser eliminados o etiquetados para advertir a los internautas.
Hace ocho días, el director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe, alertó que Irán y Rusia han obtenido información de votantes estadounidenses y que están tratando de interferir en los comicios del próximo 3 de noviembre.
Según el director de la Inteligencia Nacional, tanto Rusia como Irán han accedido a datos de votantes estadounidenses, una información que Teherán ya habría usado para perjudicar a Trump, según Ratcliffe.