El presidente de EE.UU, el republicano Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, cerraron este lunes sus campañas a la Casa Blanca augurando ambos grandes victorias ante un recuento que se prevé largo, complejo y disputado.
Trump cerró su campaña en Grand Rapids con el que fue su quinto mitin de una frenética jornada y un «déjà vu» de 2016, cuando también de madrugada aterrizó en esta ciudad de Michigan para darle la estocada final a la demócrata Hillary Clinton.
El de Biden no fue un día tan apresurado como el del presidente, aunque estuvo en Ohio y en su Pensilvania natal, dos estados clave que este martes entregarán las llaves de la Casa Blanca.
En uno de los cierres de campaña más suigéneris de la historia de Estados Unidos, simultáneamente, frente a un mar de coches aparcados, Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, llamaron al voto en Pittsburgh y Filadelfia para que Estados Unidos recupere sus valores y su rumbo con la marcha de Trump con una derrota este martes.
El demócrata arengó a centenares de personas, la mayoría desde sus vehículos, en busca de los 20 votos electorales que da Pensilvania y que en 2016 se llevó Trump contra todo pronóstico.
«Amigos, tengo la sensación de que vamos a conseguir una gran victoria mañana», aseguró el exvicepresidente en su último gran evento de campaña en una gélida noche en el oeste de Pensilvania.
Biden ha puesto todo su armamento pesado en las últimas 48 horas en Pensilvania, con la ayuda de famosos como Lady Gaga o John Legend, y con paradas en todas las regiones industriales, de mayoría afroamericana, suburbanas y metropolitanas que son claves para ganar mañana el estado.
Por su parte, la afroamericana y asiático-americana Harris se convirtió en Filadelfia en el imán de simpatizantes negros y jóvenes, que la recibieron a bocinazos, mientras ella insistía en que este martes, el último día para ejercitar el derecho al voto, salgan a votar.
«Hemos sido testigo del mayor fracaso de una administración en la historia de los Estados Unidos», apuntó la senadora. «Tu voto es tu voz y tu voz es tu poder. No dejes que nadie te quite ese poder. Ahora es el momento de levantarse, de alzar la voz y de votar», añadió.
Tras evocar esa madrugada del 8 de noviembre de 2016 en la que aterrizó casi de improviso en Grand Rapids para cerrar su anterior campaña, una de sus anécdotas favoritas, Trump vaticinó en esta ciudad de Michigan un desenlace parecido al de entonces.
«Mañana vamos a hacer historia de nuevo», al concluir una jornada que empezó en Carolina del Norte, siguió en Pensilvania, hizo una primera parada en Michigan y viajó a Wisconsin antes de regresar al estado de los Grandes Lagos.
«Creo que lo vamos a ganar todo, mañana será una de las mayores victorias en la historia de la política», insistió Trump, que también dijo ante miles de seguidores que soportaron durante horas bajas temperaturas a la intemperie que «esta no es la multitud de un segundo clasificado».
Trump ha quemado las naves de su campaña en un último mitin, ya que el domingo hizo otros cinco mítines terminando también de madrugada en un último esfuerzo para darle la vuelta a las encuestas y siguiendo el mismo esquema que le resultó hace cuatro años.
El presidente viajó con sus cuatro hijos mayores -Donald Junior, Eric, Ivanka y Tiffany- y sus yernos, y bromeó que si pierde las elecciones no volverá a dirigirles la palabra «nunca más».
El voto de medianoche es toda una tradición en tres enclaves de Nuevo Hampshire que entregan cada año los primeros resultados electorales de la jornada, aunque a causa de la pandemia, uno de ellos -Hart's Location- canceló la costumbre.
Trump aventajó a Biden en los otros dos enclaves -Dixville Notch y Millsfield- por 16 votos a 10, un margen insignificante teniendo en cuenta que en 2016 en ese estado de Nueva Inglaterra votaron cerca de 750.000 personas.
En estos poblados los vecinos se dan cita a medianoche, votan y minutos después cierran las urnas con el censo completo para convertirse en los primeros del país en reportar resultados.
Aunque faltan pocas horas para que abran los colegios en la costa este, la mayoría de los estadounidenses ha depositado ya su voto, la mayoría por correo. Al menos 99,6 millones han acudido a las urnas, lo que representa más de un 72 % de los votos de 2016 -cuando solo votó un 55 % del censo-, de acuerdo a los datos recopilados por U.S. Elections Project de la Universidad de Florida.
Con los votos anticipados de este lunes que aún faltan por reportar, es probable que la cifra final rebase los 100 millones.