Un total de once enfermos de la covid-19 han fallecido en una explosión en la unidad de cuidados intensivos del hospital turco donde estaban ingresados, según las últimas cifras actualizadas.
Siete de las víctimas, entre 64 y 85 años, fallecieron en el momento de explotar una bombona de oxígeno en la UCI de un hospital privado en la ciudad de Gaziantep, en el sur de Turquía.
Otros tres heridos fallecieron posteriormente y la última víctima mortal se produjo este domingo, señalan los medios locales.
Ocho personas más resultaron heridas en la detonación y el posterior incendio que se desató.
El accidente se produjo a las 01.45 GMT de la mañana del sábado, cuando explotó un aparato que suministraba oxígeno a uno de los pacientes.
«La explosión se produjo en un dispositivo que usamos para administrar grandes cantidades de oxígeno a pacientes de la unidad de cuidados intensivos», explicó el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca.
Las autoridades han iniciado una investigación judicial y administrativa sobre el incidente para establecer si ha habido algún tipo de negligencia.
Los datos oficiales turcos hablan de más de dos millones de infectados y unos 17.800 muertos por la enfermedad desde que empezó la pandemia pero la oposición y asociaciones médicas han denunciado que las cifras reales son mucho más altas.