La okupación es un problema que afecta, no solo a España, sino también al resto de países europeos. Sin embargo, cada uno de los territorios tiene diferentes herramientas para tratar de frenar y combatir los casos de ocupación ilegal.
Un ejemplo es el caso de Francia, donde la ley establece un castigo de un año de prisión y una multa de 15.000 euros por ocupación ilegal de vivienda. Además de esto, si la intrusión se ha hecho en menos de 48 horas, el propietario puede llamar a la policía y estos pueden expulsar a los okupas sin necesidad del permiso de un juez. Si han pasado más de 48 horas, el propietario tiene que poner una denuncia y esperar a que un juez autorice el desalojo.
Lo mismo sucede en otros países como, por ejemplo, Alemania, donde las viviendas ocupadas ilegalmente pueden ser desalojadas 24 horas después de que el propietario lo sepa y tras presentar una denuncia ante la Policía.
En el caso de España, actualmente, las penas de prisión son de uno a dos años para quienes okupen con violencia o intimidación, además de las penas propias por la violencia ejercida. Si se ha hecho sin violencia, la multa es de tres a seis meses, según Europa Press.