Una potente explosión, seguida de un intenso tiroteo que aun continúa, sacudió este martes una zona residencial de alta seguridad en Kabul, en un ataque que aparentemente estaba dirigido contra el ministro de Defensa afgano, Bismillah Khan Mohammadi, que resultó ileso.
«El general Bismillah Mohammadi está en buen estado», afirmó en Twitter tras la explosión un portavoz del Ministerio de Defensa, Fawad Aman.
La explosión tuvo lugar hacia las 20.00, hora local, en un barrio residencial en el centro de la capital, próximo al aérea de alta seguridad conocido como Zona Verde, explicó en un mensaje el viceportavoz del ministerio afgano del Interior, Hamid Roshan.
El exvicepresidente afgano Muhammad Younus Qanuni, miembro del partido de Bismillah Khan, aseguró en un comunicado que «un incidente de seguridad» tuvo lugar en una residencia del ministro de Defensa.
Bismillah Khan «estaba conmigo (en otro lugar) durante el incidente. Los familiares del ministro han sido también evacuados», reveló.
Aunque por ahora se desconoce la naturaleza de la explosión, varias fuentes no oficiales aseguran que se trató de un coche bomba.
El portavoz del ministerio de Salud Pública, Ghulam Dastagir Nazari, dijo que sus ambulancias han evacuado por ahora a diez heridos del lugar, que se encuentran «fuera de peligro»
«Pero debido a los combates en el lugar de la explosión, nuestras ambulancias no pueden ir al lugar del ataque. Creemos que el número de víctimas serán mayor. Los combates aún continúan en el área», detalló Nazari.
Por su parte, el portavoz de la Policía de Kabul, Firdaws Faramarz, dijo que «las fuerzas especiales han llegado ya a la zona».
Este ataque se produce en un momento de especial inestabilidad en Afganistán, después de que el inicio de la retirada final de las tropas extranjeras del país, el pasado 1 de mayo, desencadenó una ofensiva sin precedentes de los talibanes.
En los últimos tres meses los insurgentes han logrado capturar alrededor de 125 centros de distrito, el mayor logro en dos décadas de guerra, y mantienen asediadas varias capitales provinciales, como las meridionales Kandahar y Lashkargah, y la occidental Herat.
Ante esta situación, el Gobierno afgano anunció hoy que «en los próximos días» buscará en dos conferencias en Doha el apoyo decisivo de la comunidad internacional para intentar lograr una solución política con los talibanes y el fin de la guerra.