Estados Unidos anunció este lunes 500 millones de dólares en ayudas para los refugiados y migrantes que tengan que huir de Afganistán después de que los talibanes se hicieran con el poder.
En un comunicado, la Casa Blanca reveló que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha decidido sacar 500 millones de dólares que tiene disponibles en un fondo de emergencia y destinarlos a atender la «inesperada» y «urgente» necesidad de los afganos.
Washington dará esa asistencia a los migrantes y refugiados a través de sus agencias gubernamentales, como la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés).
También ofrecerá esos fondos de manera bilateral a aquellos países que acojan a los afganos, así como a grupos humanitarios y organizaciones internacionales.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha declarado este lunes que abre la posibilidad de reconocer un Gobierno en Afganistán de los talibán si «defiende los Derechos Humanos y rechaza terroristas».
«En última instancia, cuando se trata de nuestra postura hacia cualquier futuro gobierno en Afganistán, dependerá de las acciones de los talibán», ha dicho en rueda de prensa.
«El hecho es que un futuro gobierno afgano que defienda los derechos básicos de su pueblo y que no dé refugio a terroristas, ese es un gobierno con el que podríamos trabajar», ha precisado.
Respecto a la huida del país del presidente, Ashraf Ghani, Price ha mencionado que «no ha habido una transferencia formal de poder» y que Estados Unidos está trabajando con la comunidad internacional en determinar a quién reconocer como líder en Afganistán.
Los insurgentes lograron hacerse con el país en menos de dos semanas y, en su asalto final a Kabul, se esforzaron por lanzar mensajes en contra de la violencia. Así, cuando ya confirmaron oficialmente la entrada en la capital afgana dijeron que lo hacían para garantizar la seguridad y evitar un vacío de poder.
Varios líderes, como el presidente francés, Emmanuel Macron, expresaron preocupación este lunes por la posible llegada a suelo europeo de miles de refugiados afganos y avisaron de que no podrán hacerse cargo en solitario de tantas personas.
Los talibanes tomaron el domingo el control de Kabul después de que sus combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, y con casi todas las provincias bajo su control.
La caída de la capital y la huida del hasta ahora presidente afgano, Ashraf Ghani, ha hecho que miles de civiles acudan al aeropuerto de Kabul con la esperanza de poder salir en algunos de los vuelos militares que EE.UU. ha organizado para evacuar a su personal diplomático y el de sus aliados.
La desesperación ha llegado hasta tal punto que centenares de afganos han intentado huir agarrándose a un avión militar de EE.UU. cuando iba a despegar.
Washington dará por concluida su misión en Afganistán cuando acabe de evacuar a los estadounidenses que se encuentran en el país asiático, lo que calcula que culminará el 31 de agosto, si mantiene el ritmo de sacar a 5.000 personas al día, detalló este lunes el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby.
En los últimos días, EE.UU. ha desplegado 6.000 soldados en Afganistán y otros 1.000 van en camino para ayudar en las labores de evacuación.