«Por favor, no salgan a la calle esta noche. Si están pensando en salir, no lo hagan. Manténganse también alejado del metro y las carreteras. Permanezcan en casa y no conduzcan hacia estas aguas turbulentas». Este es el mensaje de las autoridades de Nueva York y Nueva Jersey que viven un temporal histórico en el que ya han fallecido al menos nueve personas, entre ellas un menor.
El huracán Ida, ahora reconvertido en tormenta, ha sido uno de los fenómenos naturales más intensos que han azotado Estados Unidos desde que se tienen registros. Un fenómeno que está arrasando en su paso por el país y ha provocado importante daños materiales e inundaciones.
En Nueva York, prácticamente todas las líneas del metro han quedado suspendidas al ser inundadas por auténticas riadas y cascadas de agua que caían tanto por las escaleras de las estaciones como por los techos de los túneles, poniendo una vez más de relieve el importante deterioro de la infraestructura. «Estamos sufriendo un evento meteorológico histórico con lluvias que están rompiendo récords por toda la ciudad, con inundaciones brutales y condiciones peligrosas en las carreteras», advirtió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en las redes sociales.
Tanto De Blasio como la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, señalaron que en pocas horas cayó mucha más lluvia de lo esperado, lo que ha dejado a la región en una «pésima situación». «Tomamos todas las precauciones necesarias, y desplegamos nuestros recursos para que estuvieran preparados sobre el terreno, pero la madre naturaleza hará lo que ella quiera, y esta noche estaba muy enfadada», ha afirmado Hochul en declaraciones a la CNN.
El Servicio Nacional del Tiempo ha informado a través de su cuenta de Twitter que se han llegado a registrar hasta 3.15 pulgadas (8 centímetros) de lluvia en apenas una hora en zonas tan características como Central Park.