Los cazas españoles han tenido que salir al encuentro de aviones rusos sin identificar en hasta 26 ocasiones durante los últimos cuatro meses en los que el Ejército del Aire ha estado desplegado en la base de Siauliai, en Lituania, como parte de la misión de la OTAN de vigilancia del espacio aéreo del Báltico.
España lleva participando en esta operación desde el año 2004 -aunque de forma ininterrumpida desde 2014- en apoyo a Estonia, Letonia y Lituania, que carecen de una fuerza aérea de combate que les permita vigilar su territorio y, sobre todo, el cielo fronterizo con Rusia.
Durante esta misiones, que se prolongan durante aproximadamente un trimestre al año, es habitual que los cazas de la OTAN tengan que responder a alertas reales, conocidas bajo el nombre de alfa scramble, para identificar a aviones rusos que vuelan sin cumplir con la normativa de la aviación internacional (generalmente sin identificar).
En concreto, los militares españoles han asumido esta función en 26 ocasiones durante los últimos cuatro meses, según revela el teniente coronel Bayardo Abós Álvarez-Buiza, jefe de la misión, en una entrevista en la Revista Española de Defensa.
Una de estas interceptaciones fue muy llamativa dado que la alarma sonó en plena rueda de prensa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su homólogo lituano, Gitanas Nauseda, en la base aérea el pasado mes de julio.
Ambos mandatarios estaban compareciendo ante la prensa precisamente delante de uno de los dos cazas Eurofighters del Ala 14 que tuvo que salir pocos minutos después en respuesta a dos aviones rusos que sobrevolaban el mar Báltico sin identificar.
En la visita de Sánchez a esta base, con motivo de su gira báltica, estaba previsto que se realizara un simulacro al finalizar las intervenciones de ambos mandatarios. Sin embargo, antes de que el presidente español llegara hablar, sonó una alarma de alerta real activando el dispositivo.
Todos los asistentes habían sido ya prevenidos de que durante la visita podía ocurrir que se diera una alarma real. De hecho, fue el propio Sánchez el que avisó al presidente lituano de que no era un simulacro, mientras los pilotos se apresuraban a subir a los cazas. "No, president. It's an Alpha scramble", dijo Sánchez, en inglés, antes de recoger sus papeles y despejar la zona.
El teniente coronel Bayardo Abós Álvarez-Buiza explica que, gracias a que la posibilidad de alfa scramble había sido advertida previamente, el hangar pudo ser desalojado rápidamente para dejar vía libre a los aviones. De hecho, apunta que estos estaban en vuelo en tan solo nueve minutos, por debajo de los 15 estipulados por la OTAN como tiempo máximo. "Quedó demostrada la profesionalidad de nuestro personal, incluso en esas condiciones excepcionales", celebra.
Según explica, las alertas las provocan aeronaves que vuelan desde Rusia continental a Kaliningrado bordeando el espacio aéreo internacional. Y aunque lo hacen sin violar el espacio aéreo de los países bálticos, lo que supondría una agresión a la OTAN, no cumplen con los requisitos que establece la normativa internacional.
Desde el año 2015, el Ejército del Aire ha realizado un total de 161 misiones alfa scramble en sus participaciones en la misión de Policía Aérea del Báltico, según revela el Gobierno en una respuesta parlamentaria.