La comisaria jefa de la Policía Metropolitana de Londres (Scotland Yard), Cressida Dick, presentó este jueves su dimisión tras haberse aireado en los últimos días casos de racismo, sexismo y homofobia entre sus agentes. Tras mantener un encuentro con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, Dick expresó en un comunicado que ya no cuenta con la «confianza» del edil laborista, que había incrementado la presión sobre ella en los últimos días y le exigía un plan creíble para cambiar la cultura interna del cuerpo policial.
«No me ha dejado otra elección más que dar un paso a un lado», afirmó Dick, que ha acordado con Khan permanecer en el cargo durante «un corto periodo de tiempo» para asegurar la estabilidad de Scotland Yard. En una declaración a los medios, el alcalde sostuvo que «la única manera de comenzar a hacer frente a la escala de los cambios que son necesarios es tener un nuevo liderazgo en lo más alto de la Policía Metropolitana». La Oficina Independiente para la Conducta de la Policía publicó el 1 de febrero una investigación que destapó «vergonzosos» mensajes de Whatsapp entre catorce agentes de la comisaría londinense de Charing Cross, enviados entre 2016 y 2018, que revelaban diversos casos de acoso sexual y laboral, misoginia y discriminación. A pesar de las disculpas emitidas por Scotland Yard, Khan ha cuestionado que nueve de los presuntos autores de esos mensajes «siguen aún empleados» en la Policía Metropolitana y dos de ellos han sido ascendidos.
«Haber estado en este cargo para servir a los ciudadanos de Londres y el Reino Unido ha sido el mayor honor y privilegio de mi vida», expresó la comisaria jefa, la primera mujer que ha dirigido el cuerpo y también la primera que ha expresado abiertamente que es homosexual. Recalcó que deja el más alto cargo policial cuando en el cuerpo hay «más mujeres que nunca en todos los rangos y funciones, así como un número cada vez mayor (de agentes) de un amplio rango de orígenes étnicos que verdaderamente reflejan la diversidad de Londres». Desde que asumió el cargo en 2017 y ya antes como alto mando, Dick ha estado en el centro de diversas polémicas, incluida su gestión de la operación que causó la muerte del brasileño Jean Charles de Menezes el 22 de julio de 2005, abatido por agentes que le confundieron con un terrorista tras unos atentados fallidos en el metro londinense el día anterior. Numerosas voces pidieron su dimisión tras el secuestro y asesinato en marzo de 2021 por el policía Wayne Couzens, hoy condenado a cadena perpetua, de la joven Sarah Everard.