Bucha y algunas poblaciones más relativamente cercanas a Kiev fueron invadidas por las tropas rusas el pasado 8 de marzo. Habían pasado doce días desde el inicio de la invasión rusa que Vladímir Putin anunció al mundo en la madrugada del pasado 24 de febrero.
La compañía estadounidense Maxar aporta algo de luz al asunto con sus imágenes de satélite. Gracias a ellas se aprecia en Bucha una fosa común abierta antes de la salida de las tropas rusas de la localidad. En concreto, cerca de la iglesia de San Andrés el 10 de marzo aparece una franja de tierra levantada que llega a medir unos 14 metros de largo.
La nebulosa alrededor de Bucha y otras localidades se empieza a desvanecer el pasado jueves 1 de abril, momento en el que las fuerzas ucranianas recuperaron el control sobre Irpín. El viernes 2 de abril es el turno de Bucha, y pronto se empiezan a difundir las primeras informaciones de matanzas en la zona por parte de los primeros reporteros de guerra que pisan el lugar tras la ofensiva rusa. Ese mismo viernes la CNN publica uno de los primeros vídeos de los cadáveres en las calles de la localidad tras la retirada rusa.
Numerosos corresponsales de guerra han relatado el horror de la fosa común de Bucha, donde los cuerpos estaban a medio enterrar, y según algunos reporteros internacionales iban vestidos con ropas de civil.
Relato ruso
Sin embargo, la versión rusa difiere mucho de estos hechos. Según la sucesión de acontecimientos que suscribe el Kremlin, sus soldados no impidieron a los residentes salir de la población. «Todos los militares rusos abandonaron Bucha el 30 de marzo, un día después de la ronda de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania en Turquía».
«El 31 de marzo, el propio alcalde de la localidad, Anatoli Fedoruk, no solo confirmó en su videomensaje que en la ciudad no quedaban militares ruso y ni siquiera hizo mención alguna sobre residentes locales con las manos atadas fusilados en las calles» tal y como reseña la Embajada de Rusia en México tirando de ideario oficial.
Es por esto que Rusia cataloga los hechos de Bucha como «otro montaje del régimen de Kiev para los medios occidentales, como fue el caso del hospital de maternidad de la ciudad de Mariúpol». Bucha formaba parte de un conjunto de poblaciones en el cinturón estratégico de Kiev. Algunas de ellas han estado bajo ocupación rusa varias semanas. En otras los combates han sido casi continuos y la resistencia ha sido contundente.