La Confederación de la Industria Alemana (BDI) advirtió este martes de que el bajo nivel de los ríos y la sequía amenazan la seguridad de las cadenas de suministro. «La sequía persistente y el bajo nivel de los ríos amenazan la seguridad de los suministros para la industria. Las empresas se preparan para lo peor. La ya de por sí tensa situación económica se hace más grave», dice la patronal alemana en un comunicado. Los barcos en las arterias fluviales alemanas si navegan lo hacen actualmente con carga reducida. Trasladar la carga que normalmente se transporta por vía fluvial a las carreteras y por ferrocarril es actualmente difícil por varios factores, entre otros la escasez de conductores y la pandemia.
«Es cuestión de tiempo que las plantas de la industria química o siderúrgica tengan que ser desconectadas, que los aceites minerales y los materiales de construcción no lleguen a su destino o que determinados transportes con carga pesada no puedan realizarse», alerta la BDI. La consecuencia de todo ello sería reducción de suministros, de la producción y reducción de la jornada laboral en algunos sectores, avisa la patronal alemana.
El bajo nivel de los ríos puede también agravar los problemas del suministro energético puesto que los problemas de transporte afectarían los planes del Gobierno de aumentar temporalmente el uso del carbón. El comunicado advierte que períodos de sequía como el actual en el futuro no serán la excepción sino la regla, por lo que pide crear un sistema que permita una reacción temprana a los problemas que se presenten en el transporte fluvial. La sequía en Alemania ha llegado a que el nivel de algunos ríos baje a mínimos históricos. En el Rin el bajo nivel de las aguas ya genera transtornos para la navegación, expresados en la reaparición de las llamadas 'piedras del hambre'.
En el Weser algunos transbordadores han dejado de funcionar y en el Elba la navegación se ha interrumpido por completo. Se teme que en las próximas semanas también tenga que interrumpirse la navegación en el Rin, principal arteria de transporte fluvial en el país y que es utilizada por numerosas empresas para el tráfico de mercancías. Además de los problemas para el transporte fluvial, el bajo nivel de los ríos y el aumento de la temperatura del agua pueden tener consecuencias ecológicas, según expertos. «Tenemos poca agua en el Rin debido a la sequía».
«Además tenemos altas temperaturas en el agua y la combinación de los dos factores son algo tóxico para los habitantes del Rin», dijo el experto en asuntos climáticos Karsten Brandt a la revista Der Spiegel. Según Brandt lo que está ocurriendo es que lo que vienen anunciando los modelos sobre el cambio climático desde hace años, aunque durante un tiempo se haya tenido la esperanza de que Alemania y Europa Central se vieran menos afectadas por la crisis.