El delicado estado de salud y el posterior fallecimiento de la reina Isabel II reunió a la familia real británica en el castillo de Balmoral (Escocia). Pero no todos estuvieron presentes. Las duquesas de Cambridge y Sussex, Catalina y Meghan, respectivamente, no acudieron. La primera se quedó en en Windsor, donde reside, para atender a sus tres hijos, mientras que Meghan permaneció en Londres.
El diario británico The Sun afirma que la duquesa de Sussex no acudió por expreso deseo del príncipe de Gales -ahora rey Carlos III-. Asegura que llamó a su hijo Enrique para comunicarle el empeoramiento de la salud de la reina e instarle a que acudiera a Balmoral, pero le dejó claro que era mejor que no llevara a su esposa.
La tensión entre la familia real y los duques de Sussex siempre ha sido noticia, pero parecía haber quedado aparcada cuando asistieron a los actos del jubileo de Isabel II, quien cumplía 70 años en el trono. En 2020, el matrimonio rompió con todas sus obligaciones monárquicas y decidieron poner tierra de por medio y marcharse a vivir a California.