Estado Islámico se ha atribuido la autoría del ataque en el que al menos 15 personas murieron este miércoles a un santuario musulmán chiíta en la ciudad iraní de Shiraz, según la agencia de noticias estatal IRNA, cuando fuerzas de seguridad se enfrentaban en otros lugares a manifestantes que conmemoraban los 40 días de la muerte de Mahsa Amini. Los primeros informes sobre el ataque ofrecían versiones diferentes. El jefe de la policía local dijo que había habido un solo atacante, que había sido detenido, mientras que las agencias de noticias dijeron que había tres personas implicadas.
La agencia de noticias IRNA los describió como «terroristas takfiri», un término usado por los funcionarios de Irán, de mayoría musulmana chií, para referirse a los grupos islamistas suníes armados de línea dura. Nournews, afiliado al máximo organismo de seguridad de Irán, dijo que no eran ciudadanos iraníes. Los atacantes iban en un vehículo y dispararon contra los peregrinos y el personal a la entrada del santuario de Shah Cheragh, según IRNA, que citó a testigos. La policía detuvo a dos de los tres «terroristas», agregó. La agencia de noticias semioficial Tasnim dijo que entre los muertos había varias mujeres y niños.
El ataque tuvo lugar el mismo día en que las fuerzas de seguridad iraníes abrieron fuego contra personas que se reunieron en Saqez, la ciudad natal kurda de Amini, según un testigo. «La policía antidisturbios disparó a los dolientes que se reunieron en el cementerio para la ceremonia de conmemoración de Mahsa, (...) decenas de personas han sido detenidas», dijo el testigo. La agencia de noticias semioficial iraní ISNA dijo que unas 10.000 personas se habían reunido en el cementerio, y añadió que se había cortado el acceso a Internet tras los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la gente del lugar. Videos difundidos en las redes sociales mostraban a miles de iraníes marchando hacia el cementerio donde está enterrada Amini, pese a la fuerte presencia de la policía antidisturbios.
Los activistas habían convocado protestas en todo el país para conmemorar los 40 días desde que murió en custodia policial tras ser detenida por llevar «vestimenta inapropiada». Las manifestaciones comenzaron tras la muerte de la joven de 22 años, el 16 de septiembre, y se han convertido en uno de los desafíos más frontales a la dirección clerical de la República Islámica desde la revolución de 1979. Vídeos difundidos en las redes sociales mostraban que las fuerzas de seguridad bloquearon las carreteras que conducen a Saqez para impedir que personas de otras ciudades se reunieran en el cementerio.
Las autoridades cerraron todas las escuelas y universidades de la provincia del Kurdistán el miércoles «a causa de una ola de gripe», informaron medios de comunicación estatales iraníes. Los vídeos difundidos en las redes sociales mostraban a multitudes abarrotando las calles de muchas ciudades y los bazares de Teherán con gente que coreaba «Muerte a Jamenei», en referencia al líder clerical del país, el ayatolá Ali Jamenei.