El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, aseguró este lunes que esta institución está centrada «absolutamente» en su objetivo fundamental, «reducir la inflación», y será necesario adoptar «medidas adicionales de subidas de tipos». Eso será a una velocidad «parecida» a la de la pasada semana, de 0,5 puntos (hasta el 2,5 %), dijo en un encuentro informativo celebrado en Madrid.
Recordó que el BCE ha rebajado sus previsiones económicas para la eurozona el próximo año, incluyendo una recesión técnica «suave», y ha empeorado las de inflación, sobre todo en 2024, cuando se espera que finalicen las medidas de apoyo de los gobiernos. Ante esta situación, «el BCE está absolutamente centrado en su objetivo fundamental, reducir la inflación», subrayó. El español De Guindos insistió en que «la política fiscal (de los gobiernos) no puede entrar en contradicción» con una política monetaria en proceso de normalización. Esto podría llevar o bien a una política monetaria aún más restrictiva o bien a una subida de los tipos de interés en los mercados financieros.
«La política fiscal tiene que estar centrada en aliviar el impacto de la inflación y el 'shock' energético en las capas de la población más vulnerables», aseguró, con medidas selectivas y temporales. Hizo un llamamiento para que la banca «siga teniendo abierto el grifo de financiación a las rentas bajas», que «previsiblemente tendrán problemas de solvencia debido a la elevada inflación».
«Actualmente, comentó, los bancos europeos «tienen mucho mas capital y liquidez que en la crisis anterior», pero «tienen una rentabilidad estructural muy reducida y por eso cotizan por debajo de su valor en libros» (de contabilidad). Aparte, defendió la necesidad de abordar una «regulación global» de los criptoactivos, un ámbito en el que Europa «no puede jugar sola» y debe contar con el respaldo del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) o el G20. Resaltó que el Parlamento Europeo va a aprobar próximamente una nueva regulación de las monedas garantizadas o «stable coins», divisas que tienen como respaldo una cartera que sustenta su valor.
Pero los criptoactivos no tienen ningún tipo de cartera que sustente su valor, y «esos son especialmente peligrosos», aseguró; además, ahora «el peligro está también en las plataformas» de criptomonedas, como ha ocurrido recientemente con la quiebra de FTX, alertó. Sobre el euro digital, De Guindos recordó que «aún está en periodo de prueba»; pero al intervenir el BCE, es seguro porque «un banco central no puede quebrar nunca», así que «tener un euro con garantía es un paso fundamental». Su implementación llevará alrededor de tres años.