El ministro de Salud en el denominado Gobierno Interino de la oposición siria, Maram al Sheij, alertó este martes a EFE de que el sistema sanitario en el noroeste del país no está «preparado» para lidiar con las consecuencias de los terremotos de ayer y aseguró que les hacen falta «todo» tipo de materiales médicos.
«Nos falta de todo, nuestras clínicas y hospitales no están preparados para tal desastre. Necesitamos tener suministros para las unidades quirúrgicas y los hospitales de traumatología, necesitamos muchas cosas», advirtió Al Sheij, parte de una Administración paralela con presencia en algunas áreas opositoras de Siria. Explicó que el sistema sanitario en las zonas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición ya estaba «por debajo de la línea de referencia en servicios mínimos» antes de los seísmos y era «apenas suficiente en condiciones estables», por lo que las deficiencias son «muchas» al enfrentar esta «catástrofe».
El ministro del Gobierno Interino, un órgano creado por la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora en el exilio, destacó que la región precisa ayuda para «todos» los centros médicos y para los equipos de rescate, además de albergues y alimentos para los afectados. «La situación aquí es en verdad catastrófica, un gran número de muertos y un gran número de gente herida», lamentó, al recordar que las áreas opositoras del noroeste de Siria suman ya más de 700 víctimas mortales a causa de los terremotos registrados en la vecina Turquía.
Los temblores han golpeado fuertemente esta región fronteriza con Turquía, en la que se han contabilizado hasta el momento 2.100 heridos y que está controlada por diferentes grupos insurgentes. Sin embargo, también están muy afectadas otras zonas cercanas en manos del Gobierno de Bachar al Asad, dejando un balance total de más de 1.500 muertos y 3.500 heridos en todo el país árabe, donde el 70 % de la infraestructura está destruida tras casi doce años de conflicto.